| iTunes | iVoox
Hoy hablaremos de aprender a reconocer un poco como somos y los momento que posiblemente ocurran para trabajarlos. Y sus beneficios
Podemos pensar que ponerse a meditar es sentarse a observar conscientemente la respiración y gestionar esas dispersiones para luego volver nuestra atención consciente de forma suave y amable a la respiración.
Y es cierto, a estas altura no podemos decir lo contrario.
Pero al tener esa capacidad de darnos cuenta, una y otra vez, de como pensamos, como sentimos, como reaccionamos y gestionarnos. Debemos dar el siguiente paso, y es observar que casi siempre, y en su conjunto esos pensamientos, esas sensaciones, esas reacciones conforman justamente una forma de responder predeterminada a nivel mental y emocional.
Con lo que si nos observamos bien empezamos a ver patrones de una conducta. En la meditación no solo se trata de ver cómo reaccionamos ante cierta circunstancia y gestionarlo como hechos aislado, sino que hay que observar que a veces se produce como una respuesta mental a como somos.
Por lo que el paso siguiente sería empezar a reconocer que somos de tal manera o de tal otra y por eso reaccionamos y respondemos antes ciertas circunstancias de esa manera.
Dar ese paso te lleva a profundizar más en ese trabajo mental y emocional que estamos haciendo. No sólo estamos cortando las ramas del árbol que no están generando momentos de malestar, empezamos a cortar el tronco del árbol para que esas ramas crezcan y no interrumpan nuestro estado mental por como actuamos, por como somos.
Que siempre existirán esos momentos, pero ya me entendéis, pero así podemos influir en bajar las posibilidades de que esas circunstancias que nos generan malestar nos la puedan generar.
Reconocer cuesta, y cuesta mucho, y no solo es reconocer lo que estamos dispuesto a reconocer ahora, sino esas que ahora entendemos que no son nuestra responsabilidad y no queremos ver que debemos reconocerlas porque seamos de esa manera, o porque nosotros actuemos así. Aunque esto no quita que la actitud de otros nos influya para reaccionar de una manera o de otra.
Pero no debemos responsabilizar al otro de cómo reaccionamos y empezar a responsabilizarnos de nuestra respuesta ante esa circunstancia y sobre todo el porqué se da, no se da de forma aislada y aleatoria, se da porque tenemos una forma de ser que responde ante circunstancias parecida.
Diferencia entre saber y reconocer
No debemos confundir saber con reconocer, o bueno a qué nos referimos nosotros con esas dos palabras. Saber es como, se lo que está bien y lo que está mal, y dejarlo ahí.
Reconocer es ver eso que está bien o mal en nosotros, saber y sentir que nos damos cuenta que nosotros tenemos esa conducta
Este proceso de reconocer lleva estos pasos, resumiendolo mucho, aunque ahora vamos a hablar más ampliamente de todo esto:
- Saber es darse cuenta que somos así.
- Reconocer es que nos damos cuenta que esa conducta nos genera malestar para hacer algo al respecto como:
- Primero: Aceptar que somos así y esto significa trabajar esa gestión emocional y mental
- Segundo: Ponernos a trabajar para generarnos una conducta más adecuada a la que ya sean con técnicas, terapias, cursos de comunicación, libros, uniéndonos a grupos de personas, meditaciones, etc, etc, etc.
Entonces…
¿Qué es Reconocer?
Al reconocer no nos referimos como hemos dicho a observar y decir «mira soy asi» que bueno, esto en algunos casos ya cuesta, sino aceptar que soy así para empezar a trabajarlo.
Y esto significa empezar a darnos más cuenta de forma intencionada durante el transcurso del día de cómo nuestra mente va generar ese tipo de respuestas, esos pensamientos y sensaciones que nos harán actuar de una manera para cuando cuando eso ocurra y veamos que nos comportemos así ,seamos consciente de ello, para luego poder ir reduciéndolo y gestionando.
Esto nos ayuda a enseñar a la mente una respuesta diferente ante esas misma situaciones. Esto influye en tu mente de forma directa ya que favorece nuevos caminos neuronales con esa mejorada forma de responder, actuar, de ser, y dejamos también a la vez de alimentar esos caminos neuronales que ya existían para que poco a poco vayan perdiendo su fuerza y la mente vaya favoreciendo la nueva respuesta neuronal en detrimento de la vieja.
Esto no quiere decir que dejemos de ser quienes somos, sino que mejoremos quienes somos. Tu cerebro quiere o no quiera cambiar a cada instante, no es algo fijo, en este caso lo hace a nivel subconsciente sin que a veces nos demos cuenta de que ciertos actos del día no están condicionando ciertas respuesta. Y cuanto más repetitivo se haga esa respuesta, más fuerza coge en nuestra mente y más nos mueve hacia una conducta u otra.
Así que nuestra mente siempre siempre está aprendiendo tanto para lo bueno como para lo malo. Pero al decidir trabajarlo en el caso que se produzca es que lo estamos dirigiendo de forma consciente para obtener nosotros un beneficio a nivel mental y emocional.
¿Qué hay que hacer para reconocer?
Este acto no solo indica gestionar esos momentos, sino observar, averiguar, analizar un poco como somos, y no solo a nivel internos, pensamientos, sensaciones, emociones, estado mentales, etc, sino cómo nos comunicamos hacia afuera o con las otras personas.
Son cosas que deberíamos observar; a veces, no tiene porque darse, pero a veces, podemos ser nosotros un detonante de cómo reacciona el otro y solo vemos la parte desde donde la otra persona responde a cómo hemos sido.
Trabajar el ser consciente de ello nos puede ayudar a no generar, en ocasiones, reacciones en la otra personas con la cual tengamos que responder nosotros gestionando todo esos pensamientos y sensaciones que no han generado la reacción del otro para luego responder de forma consciente.
¿Qué puede ocurrir al intentar reconocer cómo somos?
Si realmente queremos empezar a trabajar esa parte de reconocer no solo nuestras reacciones para trabajarla y gestionarla y queremos comenzar a ver una conducta general para reconocerla y para trabajarla también es importante saber que bueno, algunas cosas no nos costará reconocer. De hecho si lo piensas alguna ya las medio reconocemos, pero bueno, esas son las sencillas.
Luego vienen otras que mira, sabemos más o menos que podemos ser de esta manera, y esta, pos bueno, nos va a costar un poco reconocerlas pero la reconoceremos.
Más adelante vendrán otras que ufff, pensamos que podemos ser así, pero a la vez pensamos que bueno, en verdad no es cosa mía o cosas parecidas; y creemos que es responsabilidad del otro, y que nosotros solo actuamos en consecuencia. Aquí solemos encontrarnos entre un sí y un no reconocer, y estas cuestan bastante reconocer.
Y al final están las que ni siquiera nos hemos planteado aún que es nuestra responsabilidad, que respondemos en parte porque es una conducta nuestra, ya que ahora no tienes conocimiento de ello o es una pilar fundamental de tu forma de ser, y esas, bueno…, esas llevan mucho, mucho tiempo.
Aún así algunas ni la terminemos reconociendo. Pero si hemos llegado hasta ese punto ya deberíamos estar bien contentos por todo el trabajo de mejora que hemos realizado y en donde nos encontramos.
¿Qué pasa en nuestra mente antes de reconocer algo?
En la mayoría de los casos cuando intentamos reconocer algo, entendiendo que hemos pasado antes por los procesos de haber observado, analizado y reflexionado de forma consciente esa conducta, pues en ese momento nuestra mente se va encontrar en una pelea interna.
No vas a pensar “ah… soy así, pues vale, lo reconozco y listo a otra cosa”, en verdad puede ser más un: «si pero no» o un «más bien no, pero sí». En tu mente se generará más un estado mental de inquietud, ya que tenemos que reconocer algo con lo que nos sentimos tan identificados y eso cuesta. Nos saldrán dudas de «¿por qué debo cambiarlo», «solo me comporto así excepcionalmente», «tampoco me hace tanto daño mental y emocional», «si cambio esto, entonces no soy yo», etc etc.
En este caso, debemos pensar que esto es una decisión propia, que no debemos forzar las cosas, recuerda que el límite hasta dónde debemos mejorar lo ponemos nosotros. Tampoco debemos obsesionarnos con ser «perfectos».
Si tuviera que dar mi opinión hasta dónde cambiar, sería hasta las conductas donde me hagan sentir limitado o que me generan malestar más allá del habitual.
Eso sí, si vemos o conocemos en nosotros más actitudes a cambiar y no la queremos cambiar, debemos aceptar que somos así, tampoco se trata ahora de castigarnos o juzgarnos por ser mejores o peores personas porque vemos que actuamos de un modo u otro.
También aconsejaría ir cambiando cosas fáciles de reconocer, nada de ir a las más arraigadas. El camino se hace paso a paso y hasta donde nosotros decidamos andar. Y siempre se trata de sentirse bien por el camino recorrido y no castigarnos por el camino que no recorrimos o no recorrimos aún.
Los beneficios de «reconocer»:
Resumiendo mucho, para no entrar en miles de estudio, los beneficios de ser capaces de reconocer cómo somos nos puede ayudar ante estas circunstancias:
- Al reconocer cómo somos y trabajarlo a nivel interno nos ayuda a reducir exteriormente como reaccionan los otros ante nuestra conducta.
- Nos ayuda a nivel interno a que tengamos menos momentos en que esa forma de ser nuestra nos genere por defecto esos pensamientos, sensaciones y estados mentales que después tendremos que gestionar.
- También nos posibilitará a mantener durante más tiempo una mente más calmada, a tener menos distracciones, menos reacciones automáticas, menos preocupaciones, o sea, a influir en un mejor estado emocional y mental.
Resumen:
- Para reconocer cómo somos hay que observar y reflexionar en términos generales cómo reaccionamos, pensamos, sentimos, etc.
- Reconocer algo, a veces, puede generarnos una inquietud mental, una lucha interna de tener que cambiar algo con lo que me siento identificado.
- Reconocer nos beneficiará en que:
- Posibilitaremos menos momento propensos a preocuparnos.
- Menos circunstancias que nos generen esas reacciones con esos pensamientos y sensaciones que debemos gestionarlos
- Y mayor tiempo en un mejor estado mental y emocional. O sea, sentirte mejor durante más tiempo.