| iTunes | iVoox
Hoy hablaremos cómo deberíamos tratar esos pensamientos y emociones cuando nosotros somos el que interpretamos una acción o situación como algo negativo, sin tener porqué serlo.
Todo esto como siempre explicado bajo mi opinión, conocimiento y experiencia, aunque siempre es bueno ampliar con otros conocimientos para saber uno lo que hace exactamente.
Definamos un poco “interpretación de una situación”
En los dos anteriores podcast hemos hablado de que nos ocurre algo que realmente es malo, algo que en sí es dramático, un palo que te da la vida y otro una situación o acción que nos ocurre que no es buena pero en si podemos darle solución de alguna manera.
Pero en este caso hablamos de que nos ocurre algo pero somos nosotros el que interpretamos esa situación como algo malo, como alguien nos hace daño, como que tenemos mala suerte, como que todo va en nuestra contra, como que han dicho algo pero entiende que puede ir por otro lado y te están lanzando una indirecta etc, etc
Claro está que aquí existe siempre la pregunta de ¿”es un hecho” o es una interpretación nuestra?.
Al ser nosotros quien tenemos que averiguarlo nos costará un poco de observación y análisis más, porque si hemos interpretado algo de una manera es porque creemos que eso sucedió así. Y las creencias que tenemos y que están ya tan arraigadas en nosotros a veces son difíciles de reconocer.
En este caso, las opiniones de otras personas pueden ayudar a ampliar información, porque lo que nos comenten las otras personas también son sus interpretaciones, pero si nos queremos analizar necesitaremos más información sobre lo sucedido para que podamos decidir realmente si fue una interpretación nuestra o un hecho, acción, circunstancia negativa por sí misma. Siempre todo esto cogiendolo entrecomillado
¿Nos debería costar meditar?
En este caso ponerse a meditar, cuesta lo de siempre, si no meditas, pues te costará empezar, si llevas poco tiempo o una rutina de meditación será lo de todos los días.
La cuestión de hoy más importante y la específica es reconocer la situación como una interpretación, para que nosotros decidamos trabajarnos mediante la práctica de la meditación.
Trabajar una emoción o pensamiento es algo que puedes hacer al momento, pero trabajar nuestras interpretaciones, nuestra forma de ver las cosas, requiere bastante tiempo, y lo primero e importante darse cuenta de que ocurre.
Ya que esas forma de actuar están muy bien arraigadas en nuestra mente, pero también podemos modificarlas con trabajo y constancia y siempre merecerá la pena.
¿Beneficios de meditar?
Los beneficios de hacer estas prácticas cuando interpretamos situaciones negativa que nos produce sensaciones de malestar, preocupación y demás, son exactamente eso, poder reducir o eliminar esas sensaciones de malestar y sobre todo empezar a mejorar la forma de ver las cosas, que eso nos ayuda a crearnos una mejor actitud para ver las cosas de manera diferente o mas “real”, entre comillas.
Aquí no se trata de engañarnos viendo otra realidad, aunque siempre una u otra será interpretación nuestra, pero al menos observaremos las cosas con más detalles, con más información, con más objetividad si se puede decir.
Y con la práctica constante y observándonos nos daremos cuenta, porque eso lo vamos a notar con la práctica, pues que algunas circunstancia que creíamos al final terminan siendo una interpretación en nuestra cabeza por nuestra forma de pensar y no por el hecho en sí.
Total que mejoramos la forma de ver las sucesos y así mejoramos nuestro estado de ánimo y además nos beneficiamos de aprender a gestionar esas emociones, sensaciones que nos producen esos momento debido a tu interpretación de lo ocurrido.
¿Cómo deberíamos trabajar con meditación?
En este caso trabajaremos esa emoción, preocupación, inquietud que nos ha producido esa circunstancias pero también debemos darnos cuenta que nuestro cerebro también hizo de la suya interpretando una cosa que no sucedió, o no sucedió exactamente como interpretamos.
Entonces cómo trabajaríamos aplicando la atención consciente, meditación o mindfulness en los diferentes momentos: 1. en el momento que ocurre, 2. instantes después de lo sucedido o 3 durante el día o días después.
…hemos comentado que debemos poner más intencion en observar cierto detalles que “prevalecen” más según el momento en el que nos encontremos, si es “en el momento, in situ”, el estado mental y la emoción son los que predomina, “instantes después de terminar” suele predominar mucho la charla interna y durante el día son los pensamientos los que van a dar pie a todos los demás, a veces son fugaces a veces se mantienen contigo media hora.
1.-En el momento que está ocurriendo
Como siempre, trabajarnos, o ser consciente en el momento que nos está ocurriendo algo siempre cuesta más, aunque la práctica constante de la meditación ayuda a que podamos ir haciéndolo poco a poco.
Si notamos en nosotros un malestar en el momento que nos sucede algo, observemosnos y reflexionemos, ¿es algo realmente malo?, ¿es algo malo y además nosotros lo interpretamos peor?, o ¿es algo normal que suceda pero lo interpretamos como malo?.
Si es realmente porque nosotros lo interpretamos como malo nos costará reconocerlo, pero demos por hecho que lo queremos reconocer. En ese caso lo ideal es notar en nosotros esa sensación o emoción que nos está produciendo el suceso, y en ese caso debes ser consciente de esa sensación y relajarla o suavizar para que ella no se autoalimenta y termine dirigiendo nuestra forma de actuar.
Ahora observamos esos pensamientos, pero seguramente cuando trates de observarlos desaparecerán, pero en estos casos suele quedar por encima un “estado mental” que tiene una predisposición a poner nuestros propios filtros por encima de lo que diga el otro, sin replantearnos a veces si es cierto o no.
Ahí es donde debemos poner nuestra atención y ser consciente de esa predisposición, estado mental, para ir suavizandolo, para que no se genere en nosotros esa respuesta automática que ya tenemos predefinida sin ni siquiera plantearnos si algo es malo o lo interpretamos como malo.
Seamos plenamente conscientes de esos momentos para no reaccionar de forma que cómo no corresponde. Siempre es bueno intentar responder desde el ser consciente para que no nos dejemos llevar por un secuestro emocional.
Se que en el momento que está sucediendo algo, el actuar consciente cuesta un poco más porque nuestra atención se tiene que dividir entre lo que está ocurriendo y en poner consciencia en lo que pasa en nuestro interior y luego gestionarlo; pero como digo la practica hace al maestro, hay que practicarlo aunque al principio no nos salga del todo bien, para así ir mejorandolo poco a poco.
2.-Instantes después de haber ocurrido
Normalmente justamente después de una circunstancia desfavorable que nos ha producido cierto malestar, ese suele ser uno de los instantes que aprovechamos con más intensidad para alimentar ese malestar.
En ese caso suele predominar la charla interna. Por lo que en esos instante sería bueno ser consciente especialmente de esa charla interna que intentara salir. Se consciente también de ese estado mental, que ya da por hecho todo.
Nose muy exactamente como explicaros el estado mental, pero seria como cuando somos consciente y al observar los pensamientos notamos que estos se dispersan, pero también notamos que ahí como “algo” hay preparándose para salir, que está por encima. Ahí debemos notar esa incertidumbre mental, porque nos ayudará a estar más consciente de cómo nos sentimos.
Seamos también consciente de nuestras sensaciones corporales, seamos consciente y relajemosla, y como siempre la postura del cuerpo y las tensiones musculares también puede ser indicadores de las sensaciones que tenemos o de nuestro estado de animo, asi que si ponemos una postura más neutra y relajamos los músculos que no deberían estar tensionados ayudarán a reducir esa alimentación de esa malestar.
Una vez realizado esto, la mente volverá a la carga para intentar otra vez provocarnos esa sensaciones, ya sea mediante nuestra charla mental o con pensamientos sutiles, permanece atento y consciente a esas salidas de pensamientos para poder gestionarla, solo observar y ser consciente sin juzgarla
3.- En otros momentos durante el día.
Durante el día de forma inesperada y aleatoria nuestra mente creará pensamientos, y esos pensamientos pueden generar ciertas sensaciones de malestar al estar recordando lo ocurrido, inclusos puedes que estemos creando esa charla interna con lo que alimentamos más ese malestar.
En este caso de la interpretación siempre debemos plantearnos la primera pregunta que puede ser ¿Era una circunstancia en sí “mala” o en parte es por lo que nosotros hemos interpretado de ella?.
Es bueno trabajar los pensamientos y las emociones, pero en si, en estos casos hay que darse cuenta también de la parte en la que es más porque nosotros hemos interpretado algo porque sino el trabajo se queda a la mitad, porque esa forma de ver las cosas seguirá ahí, y seguirá generando ese malestar, seguirá condicionando nuestros pensamientos y nuestra forma de sentirnos
Entonces, durante el día pondremos especial intención en notar esos pensamientos que preceden a esa charla interna o que generan esa sensación de malestar.
Cuando notemos que esos pensamientos suceden o llevan ya un tiempo en nosotros debemos notar si nos ha producido algún tipo de sensación para poder gestionarla, para relajarla.
Debemos notar si aun siendo consciente de esos pensamientos, todavía parece que la mente quiera meter nuevos pensamientos, debemos notar esa inquietud de la mente y ser consciente de eso.
A veces cuando estamos trabajando estos pensamientos estas inquietudes, nos vamos dando cuenta que la situación no fue como creímos que fue, sino que prejuzgamos de forma inconsciente algunas cosas y por eso nos provocaron ese malestar. Aunque ya digo que esta parte de reconocer en nosotros ciertas responsabilidades en una situación, suele costar hacerlo.
En algunos casos puede que digamos en el momento “lo interprete yo de mala manera”, y en otras situaciones nos puede costar reconocer algo en semanas, meses o años, según como de arraigado tengamos esas creencias. Pero la práctica constante si hace que puedas conseguirlo
Resumen
La interpretación de un suceso no es en sí, que lo ocurrido sea por sí malo porque alguien nos ha insultado o te has quedado sin tu pareja de todo la vida; sino que nosotros sacamos de contexto lo que han dicho, hemos interpretado una situación como mala o algo que era un poco malo lo hemos convertido en un “drama personal” o parecido.
- Beneficio: En este caso, al darnos cuenta de que interpretamos las cosas y por eso sentimos ese malestar o aumenta ese malestar, es que al practicar la meditación en esos momento, a parte de que mejoramos a nivel anímico al gestionar nuestros pensamientos y emociones, es que nos ayuda en el resto de las cosas; ya que aprendemos a darnos cuenta de nuestras interpretaciones para así poder cambiarlas y eso posibilita que no nos va a generar malestares que no deberían generarse. Todo esto siempre entre comillas. No entenderlo al pie de la letra.
- ¿Cómo actuamos según el momento de la situación?
- Si es en el momento que sucede, ponemos especial atención a nuestro estado mental y cómo queremos reaccionar a la situación por esa sensación que estamos teniendo, y de la cual debemos ser consciente y gestionarla. También sería bueno observar con más detalle los pensamientos, lo mismo descubrimos que estamos interpretando lo ocurrido y no lo que ocurrió no fue para tanto, no fue para creernos tanto malestar. Sé que cuesta que seamos consciente en ese momento, pero hay que intentarlo
- Inmediatamente después de lo ocurrido. como siempre gestionamos esa sensación, siendo consciente de lo que sentimos, notamos nuestra postura y músculo y lo relajamos. Intentamos poner especial atención a nuestra charla interna, porque intentarán alimentar esos pensamientos. Seamos consciente de esa charla interna y de cómo nuestro estado mental quiere llevarnos por el camino de nuestra interpretación. Seamos consciente y suavicemos esos momentos, tratemos de solo observar y sobre todo de no alimentarlo
- Durante el día o días posteriores: Ponemos especial atención a esos pensamientos que saldrán de forma aleatoria e inesperada, pero que pueden llevar a generarnos ese malestar y a estar alimentando esa sensación. Cuando nos damos cuenta de que ocurre eso, seamos consciente de esa sensación y relajemosla, solo observamos y pero no la alimentamos. Se consciente de tus pensamientos y tu estado mental, a veces aquí se descubre que lo ocurrido no fue tal como lo interpretamos. Aunque reconocer estas cosas a veces suele costar bastante