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Hoy lo que haremos durante la práctica es revisar cómo se encuentra nuestra espalda.
Sabemos que muchas veces en el momento que dejamos de prestar esa atención o intención en mantener esa espalda recta, esta tiende a encorvarse.
Y esto evidentemente puede posibilitar mayor o menor dispersión mental ya que podemos estar alimentando un estado de ánimo u otro.
Recuerda que esa espalda recta no tiene que estar forzada, sino que se debe mantener recta de forma natural, quizás para un ejercicio de 1 minuto apenas se note, pero si son ejercicios largos y estamos forzando la espalda al final estamos tensando esos músculo mucho tiempo y eso no es bueno.
Tienes que escoger una postura corporal donde la espalda quede recta sin tensiones para mantenerla ahí.
Comenzamos con la práctica
Hoy seremos conscientes de nuestra espalda para verificar que sigue recta y no tiende a encorvarse.
Empezamos:
- Elegimos una práctica donde pondremos intención en ser más consciente de mantener esa espalda recta.
- Antes de comenzar la práctica, verifica como tienes la espalda.
- Comienza esa práctica intentando no cambiar nada, solo sé consciente.
- Si te dispersas, observa tus pensamientos y aceptalo
- Date cuenta si tienes algún tipo de sensación y gestionala
- Observa tu postura y tus tensiones para que estén de forma adecuada
- Nota hoy en especial como esta tu espalda, llevala a una correcta postura y que no se encuentre tensionada
- Luego vuelve a la respiración de forma habitual.
- Seguramente te disperses más veces, recuerda seguir de nuevo los pasos comentados.
- Cuando tú decidas sal de tu práctica y vuelve a lo que estabas haciendo.
Bueno esta es una práctica de mindfulness específica, hoy revisamos una parte importante de la postura, que es nuestra espalda, la cual puede facilitar alimentar una estado de ánimo no propicio para la práctica o mayores distracciones.