| iTunes | iVoox
Hoy seremos conscientes de en qué posición tenemos la cabeza cuando estamos meditando.
Quizás, este puede parecer un detalle sin importancia, pero influye en la cantidad de dispersión que puede generar o los estados asociados que puede alimentar.
No es lo mismo que tengas la cabeza caída hacia abajo, que esto facilita el sueño o el distraerse, incluso diría él tener esa charla con uno mismo, esa charla interna. Que tener la postura de tu cabeza de forma recta, (normal) una postura no tensa, sobre todo nota que la nuca no esté ni tensionada ni plegada. Eso te puede ayudar a elegir la posición de tu cabeza
Comenzamos con la práctica
Hoy seremos conscientes de cómo se encuentra posicionada nuestra cabeza, si levantada, normal o bajada y la corregiremos si fuera necesario.
Empezamos:
- Elige en donde pondrás este ejercicio en práctica o conviértela en una práctica de atención al respiración.
- Antes de empezar observa la posición de tu cabeza, se consciente de ella.
- ¿se encuentra muy hacia arriba? ¿mirando levemente hacia abajo?, observala y ponla en una posición neutra.
- Ahora puedes comenzar con tu práctica.
- Cuando te disperses, observa tus pensamientos, tus sensaciones, aceptarlas, no las alimentes.
- Luego observa con consciencia en que posición está tu cabeza y si es necesario ponla en una posición neutra.
- Luego vuelve tu atención a la respiración o la atención al tipo de meditación que estás haciendo.
- Cuando vuelvas a dispersarte, repite el proceso anterior pero recuerda poner hoy más intención consciente en observar la posición de tu cabeza.
- Cuando tú decidas termina con la práctica y vuelve a lo que estabas haciendo.
Bueno, este es un ejercicio específico para mejorar un detalle de tu práctica.
La posición de la cabeza ayuda o facilita mayor o menor dispersión, lo mismo no es un cambio radical, pero siempre ayuda un poco, y poco a poco vamos mejorando todo y esto puede favorecer una mejor calma mental.