| iTunes | iVoox
Hoy realizaremos una práctica con ese momento mental en el que nos ponemos la excusa de “no tengo tiempo», para convertirla en una práctica de mindfulness y así, sí hemos tenido tiempo para hacer nuestro ejercicio.
Como hablamos en el podcast “ 433. Excusas para no meditar: no tengo tiempo » a veces, no comenzamos a realizar mindfulness porque nos convencemos que esto requiere un tiempo extra o incluso escondemos el decir que no tengo tiempo, en esa falta de motivación, de voluntad, de buscar un hueco, para al final convencernos de no hacer algo.
Así que hoy convertiremos esa charla mental de «no tengo tiempo» en una práctica en sí. A ver que tal se nos da para que nos sirva como comienzo en este camino del mindfulness.
Comenzamos con la práctica.
Hoy seremos conscientes de cuando nuestra mente empieza a excusarse ella misma para no querer hacer mindfulness porque no tiene tiempo.
Empezamos:
- Elegimos poner intención durante ese día en darnos cuenta cuando nuestra mente comience a poner excusa de no tener tiempo para meditar.
- Cuando observes que tu mente comienza esa charla interna, no la pares, se consciente de lo que ocurre en ti.
- Sé consciente de lo que te has dicho o te estás diciendo, simplemente da fe de que has observado tu mente en ese proceso.
- No se trata de sentirte bien o mal por darte cuenta de que te pones excusas, simplemente acepta que ha ocurrido, y sigue observando tu mente.
- Observa tu cuerpo, ¿hubo alguna sensación, alguna tensión aunque fueran mínimas?.
- Si es así, relajala, no la alimentes
- Luego vuelve a ser consciente de que tu mente puede tratar de continuar con esa charla interna. Simplemente estate ahí, atento y consciente.
- No te preocupes cuantas veces vuelva ese pensamiento, tú estás practicando mindfulness con cada uno de ellos y eso es lo importante.
- Cuando decidas terminar con esta práctica y vuelve a lo que estabas haciendo.
Bueno como siempre este es un ejercicio específico, el de hoy nos puede facilitar el dar comienzo a las prácticas de mindfulness, también nos ayudará a calmar la mente y a ser más consciente de nuestros pensamiento, además de gestionarlo.
Como siempre esto de las práctica es bueno adaptarla a tí, a tu ritmo, y siempre dando pasos poco a poco.