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Hoy practicaremos el ser consciente de nuestra reacción de pensamientos y sensaciones cuando nos ponemos a realizar una práctica en las circunstancias que pensamos que podían ser una excusa para no realizarla.
Como hemos hablado en el podcast » 429. Excusas para no meditar: No tengo espacio ni lugar silencioso » Podemos convertir la excusa de nuestra práctica de meditación en la razón o la motivación que nos ayudará justo a entrenar nuestra mente con un foco específico y claro. También comentamos que no siempre se tiene que empezar si o si con una práctica sentado.
Comenzamos con la práctica
Hoy seremos consciente de nuestra reacción, tanto pensamientos como sensaciones, al estar meditando en un lugar que consideramos que no es el adecuado o no está en silencio.
Empezamos:
- Elegimos el momento o lugar donde vamos a realizar la práctica
- Cuando llegue el momento de la práctica y notes que tu mente empieza a poner esa excusa, es el momento de empezar el ejercicio.
- Siéntate, si puede ser, y ponte un tiempo de práctica si quieres.
- Ahora sé consciente de tu mente inquieta, observa cómo intenta buscar el mismo tema para no meditar, observa esos pensamientos.
- Date cuenta de las sensaciones que provoca ese tipo de pensamientos, nota tu cuerpo, ¿sientes alguna sensación aunque sea leve?
- Sé consciente de esa sensación, no la alimentes, simplemente observa con consciencia y suavizala, relajala.
- Pon Intención en repetir ese proceso una y otra vez.
- Incluso tu mente durante la práctica puede dispersarse a otras cosas, si es así, igualmente repetimos el proceso, ser consciente de esos pensamientos y sus sensaciones y aceptarlo, suavizarlo, relajarlo.
- No te preocupes que estés todo el tiempo repitiendo ese ser consciente de que tu mente no para de excusarse o reacciona a sonidos exteriores. Está justo ayudándote a entrenar a ser consciente y gestionarlo.
- Cuando tú decidas puedes salir de la práctica y continuar con lo que estabas haciendo.
Bueno, como casi siempre este es un ejercicio específico, quizás más dedicado a los que comienzan o los que aún no han comenzado, para así facilitar la práctica continuada de estos ejercicios. Y así sacarle a una excusa justamente la razón o la motivación por lo que la vamos a realizarla.