| iTunes | iVoox
Hoy simplemente seremos conscientes de ver si ya hemos obtenido estos atajos mentales, rutinas o automatismos, que hacen que nos facilite aplicar esta práctica de mindfulness, aunque sea lo mínimo.
Siempre hay que agradecer que todo lo que sea un avance, es bueno.
A esto que llamo “atajos”, para que se comprenda bien, tenéis más información en el podcast “ 423. Sin trabajo no hay atajo” Sin trabajo no hay atajo”.
Entendiendo el atajo, como algo que a base de trabajar y entrenar estas prácticas, aprendes procesos mentales que te facilitan el ponerla en práctica de una manera más fácil y con menos esfuerzo.
Cuanto más entrenes mejor será ese “Atajo”.
Comenzamos con la práctica:
Hoy seremos conscientes de nuestros atajos o rutinas mentales que ya hemos aprendido con respecto desde la primera vez que comenzamos a aplicar estas técnicas de meditación o Mindfulness, hasta ahora.
Empezamos:
- Elegimos el momento donde haremos este ejercicio. Puede ser al final de un ejercicio establecido o en el día a día que te das cuenta de que eres más consciente de las cosas.
- Tanto al final de un ejercicio o cuando te des cuenta que lo haces en el día a día. Observate y pon consciencia a ese momento.
- Date cuenta como tu mente responde, como reacciona o reaccionó.
- Se consciente que ese proceso es algo que has aprendido.
- Alégrate sea cual sea el avance que has aprendido, que has enseñado a tu mente.
- Mantente ahí simplemente dándote cuenta de ese avance y de cómo tu mente reaccionó al ejercicio o a alguna circunstancia que ocurrió.
- Quédate ahí unos instante de forma consciente y observadora
- Cuando tu decidas, simplemente termina esa práctica y vuelve a lo que estabas haciendo.
Bueno como siempre este es un ejercicio específico, hoy un poco más mental, pero es bueno darse cuenta de nuestros avances, de lo que la mente ha aprendido.
A veces, es bueno no solo mirar lo que nos queda por aprender, sino mirar atrás y sentirnos bien por lo aprendido hasta ahora.