| iTunes | iVoox
Hoy lo que practicaremos será permanecer atento a que aplicamos atención consciente pero observando que no estemos aplicando concentración ni solo atención.
Posiblemente en este ejercicio, el quinto de esta serie, ya habremos practicado el cómo llevar el exceso de concentración, concentración, atención relajada o solo atención, llevarlo a una atención consciente.
Así que en la práctica de hoy saldremos desde el punto de observar que estamos en nuestra atención consciente y darnos cuenta si nuestra mente pasa a uno de esas 4 circunstancias comentadas antes. Y si es así la gestionamos.
Empezamos con la práctica
Hoy seremos conscientes de permanecer en nuestra atención consciente pero observando si nuestra mente transita también por la concentración o por la atención, y si es así, gestionarla.
Empezamos:
- Elige la práctica donde realizas este ejercicio.
- Antes de empezar se consciente de poner plena intención en darte cuenta de los detalles de tu atención consciente.
- Ahora solo se consciente de esa sensación a la respiración, observa que estas atento y que verificas, que te das cuenta que estas sintiendo de forma atenta.
- Si ves que notas en algún momento que tienes ciertas tensiones corporales, seguramente sea concentración. Relaja esa concentración. Verifica que estás atento y que estás siendo consciente de la sensación a la respiración. A la vez nota que no te estás forzando a no tener distracciones. Si es asi deja de forzar.
- Si se tienen que producir distracciones deja que se produzcan, se consciente de ellas, acepta esos pensamientos sin molestarte y vuelve tu atención consciente a tu respiración de forma suave después de haber gestionado esa dispersión.
- Si te notas atendiendo a la respiración y casi de igual modo estás en pensamiento, intenta dedicar ese sobrante de atención en ser consciente de la sensación de la respiración. No solo estés atento a la respiración, verifica que estás sintiendo de forma atenta esa respiración.
- No te preocupes por cuantas veces pases por esas fases, la práctica hace al maestro. El experimentarlo y gestionarlo es lo que te da el dominio para permanecer más tiempo de forma atenta y consciente.
Bueno, como siempre este es un ejercicio específico para ayudarnos a mejorar nuestra práctica por medio de la autoevaluación y el cómo actuar para mejorarlo.
No debemos tratar estos procesos como errores o que no lo hacemos “bien”, sino como momentos que nos ayuda a que podamos avanzar en nuestra meditaciones mediante la práctica de darnos cuenta y mejorarlo.