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Hoy seremos consciente de nuestros pensamientos mientras esperamos algo o a alguien, y observaremos cómo van y vienen estos dependiendo de lo que intentamos alimentar o como nos sintamos.
En estos tiempo de espera es donde debemos permanecer más atento conscientemente porque la mente aprovecha que no tenemos nada en que estar, en que enfocarnos y ella empieza a activar esos pensamientos que tenía pendiente salir o le está generando esa situación misma de espera.
También según cómo nos encontremos antes de la espera puede o no facilitar unos pensamientos en el momento de estar esperando algo o a alguien.
Comenzamos con la práctica
Hoy seremos consciente de observar ese vaivén de pensamientos, esa charla interna que generamos mientras esperamos a algo o alguien y también la gestionaremos
- Elegimos el momento donde lo realizaremos porque ya sepas dónde sueles esperar o lo realizamos cuando se dé esa situación en el día de forma aleatoria.
- Intentamos que al menos podamos tener 30 segundos de práctica. El tiempo que nos ponemos ya lo decidimos cada uno, 1 minuto, 3, 5, 10. O el tiempo que dure la espera.
- Intentemos si es posible comenzar el ejercicio al principio de esa espera, si es posible.
- Cuando comencemos el ejercicio, observamos que acaba de decirnos nuestra charla interna o que pensamientos nos han venido o nos vienen en ese momento.
- Es normal que cuando intentemos observarlo desaparezcan, pero volverán a venir e insistir.
- Cuando seamos consciente de esos pensamientos, no intentemos valorarlo, no lo enjuiciamos, no intentamos justificarlo, simplemente aceptamos que pasó por nuestra mente y seguimos observando nuestra mente.
- Notamos como esos pensamientos están ahí, no intentamos retenerlo en nuestra mente o que no salga, si tienen que salir que salgan, se trata de gestionarlo para que pierdan fuerza y no de retenerlo para que la cojan.
- Si esos pensamientos nos generan cierto malestar, observamos esa sensación para suavizarla y gestionarla, luego volvemos a observar nuestra mente para ver surgir más pensamientos.
- Ya cuando lo veamos adecuado salimos de esta práctica y volvemos a lo que estábamos haciendo.
Bueno, como siempre este es un ejercicio específico, aunque adaptable a muchas otras cosas.
Recuerda que la práctica continua nos ayudará a que cada vez nos cueste menos notar esos pensamientos. Y que la capacidad de ser consciente y gestionar todo eso sea una cualidad en nosotros, la cual se convertirá en algo natural en nuestra forma de ser y que terminamos haciéndola con menos esfuerzo y más automática.
Como siempre aconsejo, lo ideal es que este sea un ejercicio complementario y que aparte de esto realicemos ejercicio de Mindfulness o meditaciones de atención consciente plena sentado.
Pero como siempre tu decides tu ritmo.