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Hoy lo que trataremos es de ser consciente del lugar, indiferentemente sea el lugar donde meditemos o cualquier otro que queramos, y esto lo haremos como un ejercicio de mindfulness, como una práctica o aplicación de la atención consciente en las cosas del día a día
Este ejercicio lo puedes hacer en el lugar donde realizas tu meditación, si meditas, o simplemente hacer este ejercicio de mindfulness en cualquier lugar de tu ciudad, paisaje, sitio, ambiente, etc; con el objetivo de observar y ser consciente de las sensaciones que te produce ese lugar ya sean malas, regulares o buenas.
En el podcast «242. ¿Hay lugares o espacios que sean mejores para la práctica meditativa?» hemos hablado un poco sobre ello.
Recuerda que en sí los ejercicios mindfulness son buenos porque aplicamos la atención consciente en diferentes cosas del día. Por eso es bueno ir cambiando de vez en cuando algunos de ello y mantener otros, ya que así acostumbramos a la mente a poner en prácticas esta habilidad en diferentes momento y a mantenerse más alerta a nuestra dispersiones en cualquier instante del día.
Comenzamos con la práctica.
Hoy seremos consciente de que sensaciones nos produce un lugar, no se trata de etiquetarlo como bueno, malo o regular, solo de ser consciente como reaccionamos interiormente a ese lugar.
Comenzamos
- Puedes elegir con anterioridad el lugar donde realizarás este ejercicio o simplemente ponerlo en práctica en el lugar donde te encuentres en ese momento.
- Cuando vayas a empezar la práctica observar en lugar unos instante, pero solo un instante
- En estos momento no se trata de observar el lugar, los detalles de ese lugar ni calificar ese sitio como bonito ni feo. Se trata de observar cómo reaccionas interiormente tu frente a ese lugar.
- Recuerda: tu atención consciente está en tu reacción interior no en observar atentamente lo que ves en el exterior.
- Observa cómo es tu reacción mental, ¿Has etiquetado el sitio como bueno o malo? ¿Te viene alguna imagen fugaz a la mente o recuerdo?, ¿te genera algún tipo de pensamiento? Sea cual sea esa reacción simplemente obsérvala conscientemente, aceptada sin alimentarla más alla de haberte dado cuenta de ella.
- Observa tus sensaciones. ¿Te proporciona alguna sensación o sentimiento? ¿Algún estado de ánimo que acompañe a ese sitio?. Observa conscientemente tu cuerpo, tus sensaciones, si notas alguna, intenta relajar esa parte del cuerpo, sin alimentar esa sensaciones, ni tampoco rechazarla. Simplemente sé consciente del lugar donde se produce.
- Una vez gestionada estas dispersiones mentales vuelve a observarte conscientemente al completo. Si se mantienen o vuelven alguna de esas dispersiones u otras simplemente vuelve a observarla conscientemente, repitiendo el proceso anterior.
- Cuando tu lo veas dejas esta práctica y vuelve tu atención a lo que estabas haciendo antes.
Bueno, como siempre este es un ejercicio de mindfulness específico para algo específico y una práctica más de atención consciente para tu día a día y para así poder crear o facilitar el hábito de que tu mente cada vez está más atenta a tus dispersiones y sensaciones para poder gestionarla de forma consciente y de forma un poco más automatica.
Como siempre, aconsejo la práctica de meditación en la atención consciente a la respiración con forma ideal para potenciar la atención consciente y complementar estos ejercicios de mindfulness
En el Podcast “ 239. Meditación en la Atención consciente a la respiración.” tenéis una por si quereis en elgún momento realizarla.