| iTunes | iVoox
Hoy hablaremos de que nuestro propósito al meditar no es forzar a estar en la atención a la respiración, sino de ser consciente de lo que nos ocurre al estar atendiendo a esa respiración, al estar meditando, al estar en el foco elegido para meditar.
Este podcast puede ser parecido a alguno del año pasado, pero expuesto de diferente forma, sabéis que todos los años siempre dejó caer algún podcast dando a entender que en la meditación no se trata solo de atender a la respiración…es bueno ir recordando de vez en cuando esto.
Se que cuando queremos aprender a meditar o encontramos nuestras primeras meditaciones, la insistencia que vemos más a menudo es «atiende a tu respiración». Y cuando leemos artículos, libros. se repite una y otra vez «pon tu foco de atención en la respiración» y un principio parece que se da a entender que no te debes mover de tu foco de atención, en este caso digo la respiración, pero pudiera ser el foco de atención que hayáis elegido para vuestra meditación o ejercicio mindfulness; ya sea sentir las sensaciones del cuerpo, observar el roce de tus manos cuando estés jalandotela, o como notamos el tacto del cepillo de diente tu cepillo en nuestros dientes mientras hacemos un ejercicio de mindfulness siendo consciente al cepillarnos, etc, etc, etc.
Dos fases importante en la meditación ( o tres)
Cualquier ejercicio tiene dos fases, a parte de intentar mantener la consciencia y estas son:
- Primera fase: Estar en nuestro foco de atención, la respiración.
- Segunda fase: Estar en nuestros pensamiento, nuestras distracciones
En realidad hay una tercera que también es muy importante, y es la transición que debemos hacer desde donde nos damos cuenta que nos hemos distraído hasta que volvemos a la respiración, pero bueno hoy solo es hacer hincapié, recordar o dar a conocer estas dos fases, quizás para los más nuevo.
Y estas dos fases se deben de producir y que al distraernos no nos equivocamos, no lo hacemos mal, tampoco es que no valgamos para meditar, es que realmente la distracción forma parte de una meditación y tiene una función muy importante para que mejoremos en nuestra práctica, en nuestro entrenamiento.
Por lo tanto, también deberíamos entender la meditación como un entrenamiento para darnos cuenta que nos distraemos.
Bueno, y ..
Qué fin tiene el darse cuenta que nos distraemos.
1.- Ser consciente, darnos cuenta de nuestra dispersión:
Esto ayuda a reducir el tiempo en que estamos en nuestras dispersiones, si reducimos ese tiempo, nuestra mente volverá al foco de nuestra atención, a la respiración, mucho antes.
Beneficio:
Como vemos, el que estemos durante la meditación más tiempo atento y consciente a nuestro foco elegido, la respiración, es consecuencia del trabajo que hacemos a ser capaces de darnos cuenta de que nos hemos distraído.
Cuanto más entrenemos ese proceso, más fácil le resulta a nuestra mente darse cuenta que se distrae con mayor anterioridad. De hecho se crean nuevas conexiones neuronales y se activan y refuerzan ciertas partes del cerebro para facilitarnos esa facultad de darnos cuenta que nos dispersamos.
2.- Cómo trabajamos esas dispersiones:
No es solo darse cuenta, que eso ya es un gran paso, y ya tiene sus beneficios, sino que debemos gestionar esa dispersión de una manera amable, sin juzgarla, simplemente aceptandolo.
Beneficios:
Al tratar a nuestra dispersiones de manera amable, lo que hacemos es evitar en nuestra mente que se activen esas reacciones habituales que nos generan ese encadenamiento de pensamientos o sensaciones. O sea, no recorrerá el camino neuronal que normalmente hacía, no mandará neurotrasmisores «activatorio»o «excitatorio» a esas otras neuronas, que normalmente se activaban ante esos pensamientos y por el contrario lo que hará es empezar a mandar neurotransmisores inhibitorios a las neuronas que normalmente se activaban para que no se activen.
Con lo que conseguimos que la mente se encuentre más calmada, calmada no significa relajada, sino que influya en que tenga menos actividad que provoca que esté constantemente mandando pensamientos que te distraen. Evidentemente se refuerzan también zonas del cerebro que ayudan a mejorar nuestro foco de atención, y muchas otras cosas. Pero no entramos hoy en todo esto.
Qué debemos entender al ponernos a meditar
Total que debemos entender que cuando nos ponemos a meditar, debemos atender a la respiración, a tu foco de atención de forma consciente, pero no empeñarnos en no salir de ese foco.
Entendamos que nos sentamos también para darnos cuenta que nos distraemos. Si no nos distraemos o no gestionamos esas dispersiones al final no influiremos en el cerebro para crear nuevas respuesta, más acertada, a esos pensamientos, a esas sensaciones constantes y tampoco incluiremos en generar nuevos caminos neuronales de respuesta ni reforzar nuevas regiones mentales que nos facilita esa calma mental. O sea, que nos genere mayor bienestar mental y emocional. ..”por si no quedaba claro”, jaja
Ahora no se trata de poner empeño en distraernos cuando nos ponemos a meditar, sino de sentarnos y elegir el foco donde queremos estar atentos y conscientes, pero también sentarnos y saber que esas dispersiones se producirán y debo poner intención también en darme cuenta de ella con las mismas ganas que la que ponemos en atender a la respiración.
A veces, cuando nos sentamos, lo que nos pasa es que ponemos toda la intención en intentar no irnos de la respiración, y ese «empeño en intentar» a veces se convierte en tratar que no lleguen pensamientos. Al final la mente entiende que debe intentar bloquear pensamientos, y no es así.
Démosle unas «órdenes», intenciones, al cerebro más adecuada a lo que vamos a realizar en nuestra práctica de meditación o mindfulness. Y es poner intención en ser consciente de la respiración e intención en darnos cuenta cuando nos distraemos para gestionar esa dispersión si corresponde.
Resumen
- En la meditación se producen dos fases importantes: Cuando atendemos a la respiración y cuando estamos distraídos.
- Darse cuenta que nos dispersamos nos beneficia porque estamos menos tiempo en la distracción, y eso ayuda a estar más tiempo en nuestro foco de atención y también ayuda a dar nuevas respuestas neuronales para influir en tener una mente más calmada con menos distracciones, que es igual a mantenernos mayor tiempo en nuestro foco de atención .
- Pongamos la intención y ganas en ser consciente de la respiración como en darnos cuenta de nuestra dispersiones. No tratemos de bloquearlas
- Todo esto influirá en favorecer un mejor estado mental y emocional, es decir, un mejor estado de bienestar.