| iTunes | iVoox
Hoy hablaremos que es lo mínimo que se necesita para empezar a meditar o realizar Mindfulness y como hacerlo
Este episodio quizás esté más centrado en aquellas personas que aún no han comenzado a meditar, a las que quieren meditar y aun no se atreven, a los que quieren comenzar pero siempre encuentra su mente una excusa para no hacerlo, a los que han comenzado a meditar y lo han dejado porque piensan que le cuesta mucho tener que cumplir algunas “condiciones” mínimas para meditar, a los que no empiezan porque piensan que deben cumplir todas las “condiciones” para meditar ( postura, lugar, ambiente, hora, etc).
Las excusas
Se que uno para “no meditar” se pone cualquier excusa, “no puedo estar sentado“, “no tengo tiempo”, “ahora no me voy a cambiar de lugar”, “después lo hago“, ” Yo no puedo estar tanto tiempo sin hacer nada“, etc., etc., etc. Total que al final buscamos el mínimo resquicio de algo para darnos una excusa para no meditar.
Pero realmente lo mínimo que hace falta para meditar es consciencia. Las otras cosas pueden favorecer una mejor “meditación” o mejor entrenamiento.
Pero si nos ponemos en la posición corporal correcta, si elegimos un lugar tranquilo, si practicamos por la mañana o por la noche, incluso si ponemos la espalda recta o no, todo eso no tiene valor si no le aplicamos consciencia.
Entonces, al final nos encontramos en el dilema y con la situación que pensando que nos queremos poner a meditar pero a su vez, siempre estamos poniéndonos excusa para no empezar, a ver , tampoco debemos castigarnos por estar mentalmente así no es una cosa excepcional que nos pase solo a nosotros, ya que al principio es normal, porque sabemos que en todo comienzo de cualquier cosa nos cuesta dar los primeros paso y dependemos mucho de como de motivado estemos.
Pero creo que en esos momentos lo mejor es no darle más vueltas. No pensemos que necesitamos o es obligatorio tener una posición corporal ideal, un lugar exacto o momento del día más tranquilo, no pensemos que si no disponemos de todo eso y otras cosas, ya no es rentable realizar una práctica de meditación o consciencia.
Lo mínimo para meditar “consciencia”
En este caso tenemos lo mínimo para meditar, no requiere que hagas alguna acción extra, simplemente, en esos momento, solo poner consciencia, ya sea del momento presente sobre una acción o sobre una respiración, sobre una sensación o cómo sentimos nuestro cuerpo, indiferentemente estés en una postura de meditación o no.
La cuestión es que “la consciencia” no requiere nada más, entrecomillado, ya que la podemos aplicar en cualquier momento sin tener que movernos de donde estamos o dejar de realizar lo que estamos haciendo.
Si vemos que nos cuesta meditar no nos pongamos a poner impedimentos, que es cierto que si estamos sentado con la espalda recta favorece una mejor respiración, que si tenemos una mejor respiración posibilita reducir algo esa actividad corporal, emocional y mental”; y que también un ambiente tranquilo favorece que no nos dispersamos cada dos por tres; pero todo eso, todo eso, a la vez nos está impidiendo realizar una práctica. Porque favorecer esas circunstancias requiere unas acciones extras, un poco más de voluntad, que simplemente ponerse en ese momento tal como estemos.
Y esa circunstancias extras, esas acciones extra, al final, quiere decir más voluntad, más esfuerzo mental, energía mental para ponerse a hacerlo, y eso es lo que hace que al final no terminamos poniéndonos
Si somos de lo que ponemos excusas ¿Qué acción tomamos?
Si somos de los que nos ocurre eso, de los que llevamos tiempo queriendo empezar pero nos saltan siempre esas “excusas” que hacen que no comencemos, lo ideal es empezar con lo mínimo, con consciencia del momento, de algo que ocurre en ese momento, de tu respiración, si queremos, o de una sensación que estemos sintiendo o de una acción que estamos realizando en ese instante, como si igualmente no estamos haciendo nada. La cuestión es dar el primer paso con el mínimo esfuerzo, solo poner consciencia, solo eso de momento.
No nos preocupemos, no le demos más vuelta a la mente que si “esto o lo otro”, luego ya darás los siguientes pasos cuando proceda. Cuando tengamos un paso dado, el siguiente costará menos de lo que cuesta ahora, y sin darnos cuenta, paso a paso vamos avanzando y al final terminaremos meditando con todas las circunstancias que hemos comentado antes.
Ayudaros a dar ese paso
Porque si no comenzamos lo que podría ocurrir, seguramente, al final, es que terminamos olvidando que nos apetecía o necesitábamos meditar. Y al no ir realizándolo ni pensando en ello, simplemente se olvidará con el tiempo.
Lo recordarás de higo a breva, y al final solo terminará siendo un recuerdo que viene y se va como vino. Por eso quiero aprovechar hoy este momento para posibilitar ese empujón, para que comencemos a practicar la atención consciente.
Ya que esta forma de empezar, con lo mínimo, al menos nos hará ir alimentando poco a poco esa motivación, esa experiencia, esa rutina; ya que durante el tiempo que le vamos dedicando a la práctica y experimentando esa conciencia, tan importante para meditar, a la vez, estaremos alimentando cada día esa experiencia, motivación y voluntad; esas ganas de ser más consciente.
Y todo esto puede favorecer que llegue ese día que ya decidamos sentarnos en posición de meditar, escoger ya un día y hora para hacer la práctica, poner una postura idónea de meditación, escoger un lugar tranquilo, aplicar más técnicas dentro de la práctica etc.etc.etc.
Se por experiencia propia que cuesta aprender algo nuevo, que requiere voluntad y a veces depende de cómo andemos motivados. Pero si empezamos con lo mínimo viable, siempre nos costará menos comenzar algo, incluso se puede dar las circunstancia que más adelante, o a veces el mismo día, los siguientes pasos, a veces se dan de manera espontánea.
Empezar con solo consciencia y terminar meditando
Donde estábamos pensando hace unos minutos que no nos íbamos a poner a meditar, ahora resulta que al empezar solo con esto de consciencia, nos hemos encontrado, que al final, terminamos realizando una meditación.
Pero nunca lo sabremos si no empezamos. Así que empecemos con ese mínimo paso, ese “ser consciente”. Y que los siguientes pasos ya iremos dándolos el mismo día, la semana siguiente o el mes siguiente.; pero que al final se terminarán dando.
Ya nosotros mismo iremos viendo cómo vamos sintiéndonos con la práctica e iremos progresando a nuestro ritmo; pero eso sí, todo empieza con el primer paso, con ese esfuerzo mínimo de ser consciente, pero esta vez, sin darle más vuelta a tu mente, sin poner excusas.
Simplemente poniéndonos a practicar esa consciencia.
Resumen
- Si no terminamos de ponernos a meditar porque nos ponemos excusas por todo lo que requiere o pensamos que requiere meditar, empieza por lo mínimo.
- Comencemos solo poniendo conciencia en ese momento, sin cambiar de posición, sin pensar que debemos hacer otras cosas extra.
- Si cogemos la costumbre de realizar estas prácticas, los siguientes pasos se darán más fácil, como por ejemplo, tener una posición corporal correcta, un lugar tranquilo, un momento preciso, la espalda recta, mejorar técnicas, etc, todos eso se irán dando, pero primero hay que comenzar al menos con lo mínimo, poniendo consciencia.