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Cuando se habla de meditación o mindfulness, lo primero que viene a la cabeza es Concentración, atención consciente, mantener el mayor tiempo de tu foco de atención en algo que haces o en la respiración si estás practicando meditación.
Y creo que es normal esas primeras impresiones porque continuamente nos vende el mindfulness o meditación como una técnica para estar enfocado en el trabajo o acción diaria o en la respiración, y parece así que cuando la practique y tu mente se vaya a otro lado, entonces no estamos haciendo una buena práctica. Pero si, si es una buena práctica si mantienes tu atención consciente.
Y aunque decimos que no debemos estar valorando si hoy hicimos una buena o mala práctica, la valoración de la práctica debe ser observar con el tiempo como te ha mejorado esta técnica y no solo una práctica individual
Pero bueno a lo que íbamos. Lo que debemos valorar, si queremos valorar algo, no es cuánto tiempo estuve de seguido sin que me viniera un pensamiento, una dispersión, una sensación, escuchar un ruido, etc. Lo que debemos observar es cuanto tiempo estuve atento conscientemente.
Porque la meditación no se trata de mantenerte en algo el mayor tiempo posible sin pensar en otra cosa, eso no es el fin de la meditación, eso sería un resultado de estas práctica, que es diferente.
Igualmente tener una mente más calmada y menos crítica, o una sensación mayor de bienestar por gestionar los pensamientos y emociones; pues todo esto y muchos beneficios más son resultados que se dan con la práctica de la atención consciente a la respiración, no es algo que debas buscar en el momento que te pones a meditar cualquier día.
El mal entendido de pensar que en la meditación o Mindfulness debemos estar el mayor tiempo en algo, puede dar como consecuencia el que fuerces estar en algo de forma inconsciente, con lo que conlleva forzar, como a no tener pensamientos, o bloquear pensamientos o sensaciones inmediatamente cuando salga para volver de forma rápida a lo que estabas atento. Y lo que consigues al final es generar una sensación de frustración porque me he distraído, cuando distraerse no debe generar ningún juicio lo único que debe seguir generando es atención consciente, lo único que cambia en la práctica en ese momento es el foco de atención, pero se mantiene la intención de atención consciente en todo momento.
Con lo que realmente aquí, aunque eres consciente de la respiración, estas forzando más una concentración que una atención consciente.
Porque sí debe haber una intención al comenzar la práctica es el mantener una atención consciente en todo momento, estés en la respiración o en cualquier cosa que te haya distraído.
Es esta gestión de los pensamientos, sensaciones, emociones, etc la que consigue el resultado de esos beneficios, la que como decíamos, nos ayuda a una calma mental, a tener mayor bienestar, a estar más atento a lo que quieres, sufrir menos, preocuparnos menos, etc, etc
No digo que si fuerzas estar más atento a algo manteniendo solo la intención de estar atento sólo a aquello que quieres estar atento, no digo que no aumente la duración del tiempo en la que estás atento a eso, de hecho aumenta, pero también será más limitado ya que parte de la energía se va en forzar un poco a mantenernos ahí.
E incluso durante ese tiempo podemos tener esa sensación de paz porque no estamos en nada más, pero solo durante ese tiempo, en cuanto salimos de ahí, al no aprender a gestionar esos pensamientos, sensaciones, o cualquier tipo de dispersión, tu mente volverá a ser la misma después.
Y esas prácticas de esos días dependen mucho de tu nivel de concentración, en cambio la práctica de la atención consciente plena en todo momento, aunque depende de ese dia en cierta manera, una gran parte depende de la rutina de gestión de esas dispersiones que obtenemos con la práctica continuada y constante.
La atención consciente es aplicable a cualquier momento del día donde se produzca un pensamiento, sensación, emoción, etc, Así que esa rutina de ser consciente y estar conscientemente ahí en esa dispersión para gestionarla, nos ayuda a que en cualquier momento del dia, nos podamos dar cuenta de una dispersión y poder gestionarla para que un pensamiento o emoción no se nos vuelva mucho en nuestra contra y dure el menor tiempo en nuestra mente. Y esto sí nos da una mayor atención de forma relajada pero constante a lo que estamos haciendo.