| iTunes | iVoox
Hoy explicaremos y daremos solución a cuando nos surge cierta resistencia, desgana o utilizamos excusas para no ponernos a meditar, o realizar tus ejercicios de mindfulness.
Bueno. También comentar que en cierta manera esto es aplicable a casi cualquier hábito que quieras empezar, cambiar o transformar, no solo a tu práctica.
Lo comento porque a lo mejor alguien lo escuche pero piense que no medita o no haces estos ejercicios, pero le están costando otros hábitos que quiere mejorar y no terminan de realizarlo.
Bueno a lo que iba, esta resistencia a la práctica aunque se puede producir desde los más principiantes a lo más avanzado se suele producir en mayor cantidad en los que comienzan y en los momentos que se acaba la motivación, o si empiezas estas prácticas sin motivación.
Esta resistencia suele ocurrir en todas las cosas en general, y mayormente cuando estamos creando un hábito. Una vez que tengamos asentado un hábito nos resultará más fácil hacerlo que no hacerlo. Pero para esto hay que pasar esta fase. Y aquí es importante la constancia.
entonces…
¿Qué debemos tener en cuenta cuando notamos esa resistencia para saber cómo solucionarla?.
Lo primero que hay que saber es, que no siempre es la misma causa la que nos provoca esa resistencia a meditar, e identificar cual puede ser esa causa, nos puede ayudar a darle una solución más correcta.
Y aunque no es malo saltarse alguna práctica, porque siempre os comento que lo adaptéis los ejercicios a vosotros, cualquier la práctica de cualquier hábito se hace al final con tiempo y constancia, por eso hay que tener cierto cuidado en que esas excusas para no meditar la convirtamos en algo constante.
Y al final terminamos por dejar de meditar, habiendo podido dar solución antes con lo que comentaremos y simplemente dando un breve paso para ponernos a meditar o para realizar nuestro ejercicios de mindfulness.
Estas resistencias la clasificaremos en 4 apartados.
1. No tengo ganas:
Este rechazo suele aparecer de repente en tu mente como una idea (pensamiento) o sensación. Hay que saber que esto es algo pasajero una fogonazo momentáneo y que podemos resolver esta circunstancia con un poco de insistencia, solo un poco.
Solución: Si en ese momento que surge ponemos un poco de atención consciente y observamos esa resistencia veremos que puede desaparecer fácilmente, ya que su intensidad a resistirse es baja. Y así, cuando desaparezca o apenas la note puedes ponerte a realizar tu práctica.
2. Es un estado de ánimo:
También puede ocurrir que nos encontremos en un estado de ánimo negativo. Y no es un pensamiento acaba de venir ni una sensación que acabas de notar sino que es un estado de ánimo y eso te provoca la resistencia a meditar pero también en general de no hacer casi nada, de no tener gana de nada en general.
En este caso la intensidad es un poco mayor que la de “no tengo ganas” pero igualmente es un estado pasajero. Con cierta voluntad e insistencia puedes ponerte a realizar tu práctica, además más vale estar unos 20 minutos de atención consciente plena y que te ayude a cambiar tu estado de ánimo, que mantener esa actitud todo el dia.
Piensa en los beneficios que tendrás después de meditar.
Solución: Una buena forma de romper esa resistencia a tu práctica, es empezar dónde estés, donde te encuentres en ese momento que querías hacer tu práctica y tienes esa resistencia.
Y sin tener que moverte a donde meditas o ponerte en tu posición de meditación, empieza a observar ese estado, esa sensación con atención consciente plena. Simplemente obsérvala y cuando veas que ha suavizado un poco, puedes ponerte a realizar tu práctica de meditación o tu ejercicio de mindfulness.
3. Dificultad con algo de la práctica.
En este caso se pueden dar dos opciones. Saber o no saber qué es esa dificultad que nos está creando esa resistencia a la meditación. Sabiendo ya con anterioridad que no nos la genera la desgana, ni está provocada por un estado de ánimo pasajero.
1.- Si sabemos cual es la dificultad: En este caso debemos informarnos de cómo solucionar este problema en específico. Ya sea leyendo, preguntando a una persona más avanzada o algún profesor etc. (recordar que en estos podcast tenéis muchas soluciones a posibles circunstancias que se os puede dar en la meditación o podéis buscarlo en cualquier otro lado). Bueno, Una vez encontrado como solucionarlo hacemos una reflexión consciente de cómo vamos a actuar; y cuando realizes tu meditación o ejercicio mindfulness la puedes poner en práctica. O puedes realizar algún ejercicio específico sobre esa dificultad que has encontrado en ti, si hubiera ese ejercicio específico para ello.
2.- Desconocemos el problema: También puede ocurrir que simplemente no identifiquemos el problema. En este caso requiere un poco más de determinación a la hora de ponernos a realizar esta práctica. Y quizás con esta reflexión consciente e intención de buscar la solución de porque puede deberse esta resistencia, puede que más adelante o durante tu meditación observes esa resistencia. Y si fuera así, actuariamos como hemos en el apartado anterior.
4. Resistencia constante
Este caso se puede deber a la idea que se tiene sobre la meditación o mindfulness, que si esto es aburrida, que si no es para mi, que si no funciona, que si voy a probar pero realmente no creo y no le pongo realmente intención , que sí debe ser solemne y serio y yo no soy así, que si esto es para personas tranquila o solo para personas nerviosas que lo necesitan, etc, etc.
Esta concepción de la meditación lo único que hará es hacer que la mente se desmotiva, que cuando te pongas, no le pongas intención real de hacerlo, sino siempre estará con todas esas duda que en sí misma están creando es resistencia. Es como el pez que se muerde la cola. Has de saber que esto es prácticamente para casi todo el mundo.
Solución: En este caso debes hacer una reflexión consciente de cómo es tu actitud y pensamientos frente a estas prácticas. Y convencerte de que sus beneficios son los que buscas.
Puede ser probable que solo con la reflexión consciente sobre tu actitud y tus pensamientos sobre estas prácticas no te hagan cambiar de repente esa sensación, la mente no suele funcionar de forma lógica.
Lo que sí recomendaría, si decides que realmente quieres hacer estás práctica, sería leer, escuchar o ver mas cosas relacionada con todo esto, hablar o comunicarte con personas que ya lo hagan y sean de la misma idea que tú, etc.
Digo esto porque se que diciendo algo no se suele convencer a nadie de lo contrario, aunque te lo digas tu a ti mismo. Pero con la experiencia y la retroalimentación de leer, ver, escuchar, hablar cosas sobre ese tema con otras personas, si se consigue cambiar esa actitud.