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Hoy hablaremos como aconsejaría y qué prácticas le podrían venir bien para empezar a meditar a las personas que sean un poco hiperactivas mental o físicamente.
Sabemos que el nerviosismo porque me aburro de que no ocurra nada y solo atendamos a la respiración, es muy típico y además se agrava más si eres una persona hiperactiva mentalmente, y a veces, se puede llegar a pensar que uno no puede estar solo atento a la respiración y porque eso le puede crear intranquilidad, nervios internos de no se que hacer, de que me saca de quicio tanto silencio o de solo estar atento a algo e incluso que sean tan sutil su sensación lo que hará es dejarme más nervioso de lo que estoy.
Parece que necesiten una sensación de más intensidad o algo a lo que estar más atento para mantenerte un poco más en la práctica.
En estos casos de tanta hiperactividad mental lo ideal es acostumbrar primero a la mente a que se adapte a meditar, a estar un poco en ese «silencio mental». Pero tampoco sin sufrir en el intento, sin que sea una pelea mental, que más que calmar la mente, lo que hace es una pelea continua consigo mismo, que al final gastará más energía mental y nuestra mente no habrá descansado.
Esto es como querer ir al gimnasio y ponerte a entrenar con los que llevas años, en realidad, lo primero que hay que hacer es acostumbrar el cuerpo, a los músculos al ejercicio a la práctica y después ir aumentando la intensidad y la cantidad de lo que haces, y más si no lo has realizado nunca.
Por eso si nunca has estado en silencio o sin hacer nada, porque eres una persona muy nerviosa, muy hiperactiva, no puedes de buenas a primera ponerte a meditar de forma «normal», a veces, hay que pasar otras fases necesarias para llegar a la meditación en la atención consciente plena, tal como se «conoce» normalmente, sentarte a atender conscientemente sólo la respiración.
Entonces para ayudar a que ese nerviosismo por esa hiperactividad mental, emocional o la costumbre de tener que estar en movimiento vaya adaptándose a meditar, sin entrar en que te saque de los nervios esta práctica, sin que te dé un yuyu, porque ese «no hacer» te mata, lo ideal es poner otras cosas a la que atender dentro de la propia meditación, si lo se, pareceria que no es atención consciente, pero sigue siendo, la consciencia en la práctica siempre ha de mantenerse solo, que ahora uno pones dos puntos de atención en diferentes momento de la práctica. La de poner atención consciente a la respiración y otra más que te venga bien.
Al final, lo que hacemos es mantener la mente un poco más distraída con más cosa a la que atender, lo que te obliga a no estar tanto tiempo en ese «silencio mental», al que no está acostumbrado.
Habrá en un principio un poco de menos tiempo de silencio mental, para que no entre en ese nerviosismo.
Pero, sin en cambio, con esta adaptación de los ejercicios estarás acostumbrando a la mente a un poco de ese «silencio», y a medidas que más practiques más podrás ir aumentando ese silencio mental, sin que te lleve a estar desesperado por terminar la práctica.
Como digo siempre, todo esto es adaptar la práctica a uno mismo, no se trata de meditar el primer día 30 minutos en la atención consciente a la respiración, sino que es bueno saber y averiguar cómo uno se siente en la práctica para adaptar los ejercicios a lo que necesita, para conseguir al final ese fin.
Si eres muy nervioso y necesitas moverte, puedes probar con prácticas de mindfulness de tu día a día. Escoge cuanto este andando ser consciente de ese movimiento 211. Ejercicios Mindfulness: mientras caminas a algún sitio ese podcast te puede venir bien para esa práctica. Si no puedes escoger una actividad que sea de movimiento, y que no sea estresante o muy ligera para prestar atención a esos movimientos, mientras los haces, ser consciente de esos músculos al moverte.
Si eres de los que tienen hiperactividad mental, puedes utilizar un foco más de atención en la meditación de la que se hace normalmente que es solo atender a la sensación de la respiración. Entonces puedes hacer conteo de respiraciones, o conteo de cada inspiración y expiración, según vea que te pongas más nervioso o no. Así tu mente va a tener que atender a otra cosa más, lo que obliga a dejarte menos tiempo en ese silencio mental. 160. Conteo de respiraciones como solución a las distracciones mentales
También puede pasar que lo que le ponga nervioso sea que la sensación de la respiración sea muy leve, y tener que estar buscando continuamente esa sensación tan leve o sutil, te ponga nervioso porque la pierdes muy pronto, y eso te enerva y necesitas alguna sensación más fuerte de más intensidad, si es así, una buena opción sería llevar tu atención a cómo el estómago se infla y se desinfla cuando inspira y expira. Quizás esa sensación más intensa que notamos más fácilmente del movimiento del estómago te resulte más fácil seguirla.
Hay que pensar que esto al final sirve como las 2 ruedas pequeñas ,a izquierda y derecha, que se le pone a las bicicletas de los niños para aprender a equilibrarse en ella y poder llegar a coger la bicicleta de forma normal.
Estos ejercicios de ayuda para facilitar la práctica de la meditación es para después ir avanzando y que consigamos acostumbrar a nuestra mente a ese equilibrio de atención consciente, en ese «silencio mental», sin que nos saque de quicio y que terminemos con más nervios de cuando nos pusimos. Y así con el tiempo llegaremos a realizar prácticas «normales» de meditación en la atención consciente a la respiración.Bueno hoy solo quería dejar esa ayuda para la gente hiperactiva que le gustaría realizar u obtener los beneficios de estas prácticas pero piensan que tanto estar parado o ese «silencio mental» podría con ellos. En realidad, siempre o casi siempre se puede conseguir una adaptación para terminar realizando un práctica de atención consciente