| iTunes | iVoox
Hoy hablaremos de algo que ocurre de vez en cuando en la meditación, quizás más frecuente en los principiantes, pero al fin y al cabo es algo que debemos percatarnos y ser consciente de ello para darle una solución o saber cómo actuar entendiendo cómo reaccionamos a esos pensamientos.
Bueno, aclarar también, que no solo se da en la meditación, se da a todos o la gran mayoría a lo largo del día. Este es un recurso habitual de la mente cuando encuentra un pensamiento.
Pero hablando de cuando nos encontramos meditando en la práctica de la atención consciente puede ocurrir de repente nos surge un pensamiento. En este momento solo debemos observar y aceptar, como hemos dicho muchas veces.
Igual que si te cruzas con un desconocido, lo ves y continuas tu camino sin pensar en esa persona mentalmente y no le sigues con la mirada.
Pero lo que de vez en cuando se hace, mayormente principiantes y a veces no principiantes, es v y la solución se le da, a veces, es tratar de eliminar un pensamiento intentando llegar de forma lógica a porque o cómo surgió.
“¿Bueno y esto por que me vino? ¿Me siento molesto porque esta persona me dijo tal cosa? ¿Que estoy fallando aquí en la meditación para que me surja esto?, ¿Esto quizás me vino de niño porque me ocurrió tal cosa?.o ¿por qué me ha llegado este pensamiento?” etc, etc.
Al final lo que haces es entrar en un pensamiento discursivo, otro juego mental para tenerte disperso de lo que en este caso era tu foco principal, y es la atención consciente a la respiración, si fuera el caso de tu práctica.
Ejemplo: Tienes un pensamiento en el que alguien me dijo que no hacía bien algo y me moleste.
En este caso deberías de aceptarlo, pero quizás piensas que para que no vuelva ese pensamiento si consigues saber porque vino o que hace que te sientas asi, puedes anularlo para la próxima vez. Y empiezas a pensar:
- Pues no me debo sentir así, esta persona no me conoce.
- O, tengo que saber que yo se que hice bien esa acción y por lo tanto no me debo sentir mal porque lo diga otro.
- O, esto me pasa porque de jovencito mis padres siempre me decían que no valía.
- O, porque me ha venido ahora este pensamiento, quizás si no pienso antes en algo, este pensamiento no llegue más
Quizás estas u otros pensamiento o reacciones a ese pensamiento, pienses que te pueden servir para de forma lógica llegar a una conclusión de porqué surgió o porque te sientes así. Y con ello pensar que llegando a esa conclusión no volverá ese sensación, pensamiento, emoción.
En la meditación de la atención consciente a la respiración no es reflexionar sobre los pensamientos, osea reaccionar a ellos, sino el foco de atención es enfocarse en la respiración, y aceptar los pensamientos.
¿Por qué es mejor aceptar en esta práctica de meditación?.
Porque los pensamientos cogen más fuerza cuanto más lo alimentes como al intentar razonar sobre él o sumergiéndote en sus sensaciones o emociones. Cuanto más lo alimente mas se quedara en tu mente y mas lo recordaras, y cuanto más lo recuerdes, más fácil es que aparezca ese pensamiento nuevamente.
Hay que aclarar que hay tipos de meditación que se trabaja el intentar reflexionar sobre ciertas cosas, siempre de forma consciente sin perder la consciencia que estás reflexionando sobre ello y trabajando en ti ciertas actitudes.
Pero en este caso no estamos haciendo ese tipo de meditación, lo que hacemos aquí es la atención consciente plena a la respiración y en este discurso mental estás sumergido en una dispersión.
Y en esos otros tipos de meditación es buena opciòn tener ciertas práctica de la atención consciente a la respiración, para que no termines al final sumergido en una dispersión.