| iTunes | iVoox
Hoy hablaremos de algunas sensaciones diferentes que se pueden producir mientras meditas porque nuestra mente nos quiere jugar una mala pasada para que nos dejemos engañar por ella.
Porque se puede producir estas sensaciones:
A medida que nuestro cuerpo empieza a relajarse más y nuestra atención consciente se centra más en lo que pasa interiormente, mejoramos la capacidad de centrarnos más en en donde se produce alguna sensación y somos más sensibles a notarla.
Esto es debido a que no bloqueamos el sistema nervioso como normalmente puede ocurrir en la vida diaria, que ya sea por una cosa o por otra estamos enfocado en el exterior y esa foco de atención es mayor que el de algunas sensaciones interiores, aparte de que muchos estados de ánimos hacen que cierta parte del cuerpo las tengamos tensionadas habitualmente, con lo que reducimos la capacidad de sentir esas sensaciones por ese bloque sensorial.
Si el cuerpo se mantiene en un estado de no tensión es más fácil notar las sensaciones que se producen en el.
Tipos de sensaciones:
Debido a que dejemos que el sistema nervioso se exprese sin ningún tipo de bloqueo podemos sentir, picores, cosquilleos, estos siempre estuvieron ahí, simplemente que como estamos centrado exteriormente en multitud de cosas, no nos damos cuenta de ello. Por eso es mejor dar a la mente un objeto donde enfocarse, sino andara de una sensación a otra y te tiraras toda la meditación distraído
También puede ser habitual sentir una relajación profunda, donde sientas todo el cuerpo relajado y una sensación de bienestar agradable y querer disfrutar de ella. Hay que tener mucho cuidado con esto, porque este no es el fin de la meditación, aunque en un principio lo que te apetezca es sentir esa relajación y disfrutarla.
También esa relajación puede provocar o hacerte sentir que tu cuerpo se expande al respirar y se desinfla al expirar.
Entre otras más, incluso que tu cuerpo se eleve, pero todo esto es simplemente un juego mental, está sensaciones no son reales pero a veces nuestro inconsciente nos lo provoca porque quizás queremos sentir eso. Y al sentir todo esto disfrutamos de esas sensaciones.
Si te ha ocurrido esto, ya sabes que no estás en una meditación, incluso cuando estás sintiéndote agradable y disfrutando de esa relajación profunda.
Porque en el momento que tu mente entre en ese juego mental de disfrutar o provocar esas sensaciones ya no está en plena consciencia a la respiración. Tu mente se ha distraído y continua distraída, por muy agradable que sean esas sensaciones.
La mente puede ser muy engañosa. Como he comentado en un podcast, al principio de empezar a meditar me gustaba también curiosear e investigar. Y una de las cosas que intente hacer, era ver si era capaz de provocar de forma consciente, el tener el cuerpo en un lado y sentirlo en otro, a una distancia de unos centímetros en frente mio.
Lo intente para ver si era capaz de engañar a la mente en ese aspecto, y lo consegui, asi una dos o tres veces, despues lo deje, viendo que se podía engañar a la mente, la verdad es que costo hacerlo.
Existen investigaciones que con juegos de espejos te hacen creer que un brazo de mentira que sabes que te han puesto, eres capaz de creer mediante unos ejercicios previos y que haces que forma parte de ti, y reaccionar de forma brusca a él cuando te quieren dar un martillazo, aun sabiendo que era un brazo de goma que te habían puesto, el subconsciente ya habia creido que era el suyo
Bueno esto que hice solo fue una curiosidad, pero lo que vengo a referirme con todo esto es que esas sensaciones de sentirse que se expande, de elevarse, y esas cosas puede ser un estado provocado por la mente inconsciente porque te apetece sentir eso. El ejemplo muy claro que la mente nos engaña es cuando sentimos que nos caemos y estamos acostado en la cama.
Por lo tanto hay que tener cuidado con las sensaciones, sobre todo porque muchas nos gustaría disfrutarla y entramos a disfrutarla.
Solución:
Por lo que la solucion seria , que en el momento que te des cuenta de que has entrado en estas sensaciones, o estás disfrutando de ellas, es no seguir ahí, no seguir alimentandola ni dándole nuestro foco de atención, aunque te sientas tremendamente agradable en ellas, este no es el fin de la meditación.
Por lo tanto lo que debemos hacer es ser consciente que nos hemos distraído, sin juzgarnos si es bueno o malo, simplemente aceptar que nuestra mente nos jugó una mala pasada. Y después de aceptarlo de forma suave volver a nuestro foco de atención que es la respiración o aquello en lo que decidiste enfocarte en esa práctica que haces.
Eso si, no se trata que a partir de ahora debamos intentar bloquear esas sensaciones para que no nos distraigan, lo que se trata es simplemente de darnos cuenta que se produce y ser consciente de ella y no dejarnos llevar por esas sensaciones extrañas, por muy agradables que parezcan.
Cuéntame qué sensaciones extrañas has tenido tu al meditar