| iTunes | iVoox
Hoy hablaremos de estos pasos fundamentales para transformar nuestra forma de ser a una que nos genere mayor bienestar, y que más tarde o más temprano tendremos que dar.
Me habéis escuchado decir muchas veces que meditar no es simplemente ponerse a observar la respiración y con eso ya está «todo ganado».
Y si, en un principio es lo que hacemos cuando empezamos en este mundillo.
Al comenzar en esta práctica lo primero que hacemos es sentarnos a observar nuestra respiración, pero a medida que vamos avanzando en la práctica vamos viendo que nos dispersamos, más adelante nos damos cuenta que todas esas dispersiones tienen en su mayoría uno o varios patrones.
Más tarde observamos que tendemos a repetir las mismas reacciones antes situaciones, pensamientos o acciones parecidas.
Y con la práctica continua vemos que la meditación no se trata de solo enfocarse en la respiración o lo que corresponda, si no de conocernos a nosotros mismo para ver nuestras reacciones, nuestra forma de actuar, y si procede, la modificamos para generarnos una mejor actitud.
Y todo esto es para proceder con una respuestas más adecuada a la situación en la que uno se encuentra. Para que nos genere una mayor calma mental, un mejor estado de ánimo, una vida con más posibilidades de sentirnos bien.
Pero para llegar a este fin debemos darnos cuenta que debemos trabajar, en qué lugar nos encontramos del camino y cuales son los siguientes pasos para seguir avanzando.
Seria bueno que no nos saltemos estos pasos, ni tampoco forzar el paso siguiente, porque a lo mejor de forma inconsciente todo lo que no hemos trabajado se queda en nuestra mente, y podemos tener una falsa sensación que nos encontramos en «x» paso y resulta que de buenas a primera lo que no has gestionado en los anteriores pasos, vuelven un día y te ves que retroceder dos pasos hacia atrás.
Debemos reconocer dónde nos encontramos y hacia dónde nos dirigimos; y saber también que todo requiere tiempo y que esos pasos no son absolutos, que siempre andaremos fluctuando entre algunos de ellos.
Donde te encuentras, estás bien
Lo primero que me gustaría aclarar, es que cada uno «nos trabajamos» hasta donde queramos trabajarnos, hasta donde nos sintamos cómodos con nuestra forma de ser.
No hay que considerar que alguien es mejor o peor por llegar más lejos en la práctica, ni evidentemente compararse con los demás para darse una valoración de si somos más buenos o más malos según en donde nos encontremos o cuanto trabajemos.
Esto es un trabajo para uno mismo. Y todo lo que sea trabajarnos siempre nos va a mejorar, y con eso es con lo que nos debemos quedar. Estar bien por ir trabajándose y sentirnos bien porque vamos mejorando, aunque no debemos obsesionarnos con todo esto tampoco.
Yo diría, y resumiendo mucho, que todo esto es poner intención en ese día en hacer las cosas lo mejor que se pueda ese día, y no estar continuamente comparándonos para ver que tal estamos.
Aunque se que eso es imposible, porque nuestra mente va a tender a comparar, pero lo comento sobre todo para que no se convierta en una obsesión y para que no utilicemos una comparación para decir si somos buenos o malos.
He comentado muchas veces que es bueno valorarse de vez en cuando para ver que mejorar pero no para etiquetarnos de lo hago bien o mal, o somos buenos o malos, porque sino al final nos generamos sensación negativa y esto no suele ayudará a nuestro estado de ánimo.
Es más, cuando nos evaluamos de vez en cuando es para sentirnos bien al darnos cuenta de lo que hacemos, porque nos da la gran oportunidad de ver qué partes debemos mejorar.
Explicación de cada paso
Bueno aclarando todo esto hablaremos un poco de esos pasos.
Hoy no hablamos de los procesos que debemos hacer al meditar, hoy hablamos de lo que nos encontraremos de forma más general a medida que uno quiere ir avanzando en una mejor actitud mediante la práctica de la meditación
1.-Realizar prácticas de meditación o mindfulness.
Aquí es donde comenzamos la mayoría, ya sea en una meditación guiada o en un ejercicio mindfulness específico a una tarea, acción que realices en el día a día. Intentamos poner nuestro foco de atención consciente en aquello donde hemos decidido
2. Darse cuenta de las dispersiones.
Aquí observamos que al tratar de estar atento en una de estas prácticas nuestra mente tiende a dispersarse de forma más habitual de la que quizás pensábamos que ocurriría al principio. Y entran las dudas, si estoy haciendo bien las prácticas, pero si, como hemos hablado muchas veces, también es una parte importante de la experiencia de la práctica
3. Observando nuestra conducta:
Con el tiempo y la práctica vamos notando, que ciertas reacciones son repetitivas ante situaciones, pensamientos, acciones que nos ocurren en el día a día y que la mayoría tienden a seguir uno o varios patrones.
Nuestra mente tiende a tener ciertas creencias sobre cosas, ideas o pensamientos generales sobre personas, notamos nuestros automatismos ante ciertas circunstancias, notamos que experiencias anteriores nos hacen responder de forma condicionada, etc, etc
4. Reconocer
Este paso es parecido al anterior, pero lo diferenciamos porque en el anterior solo observamos que somos así. Pero aún nuestra mente trata de excusarse, de dar razones de porqué somos así, e incluso que debemos mantener esa conducta.
Reconocer es decir “este soy yo”, sin medias tintas, sin tratar de excusarse, sin tratar de evitar como somos aunque estemos observando cómo actuamos o como pensamos y no me guste lo que vemos
5. Aceptar.
Antes que nada, el cuidado que tenemos que tener al reconocer es no considerarnos buenos ni malos por como somos. Para eso está este paso el «Aceptar».
Entendamos que todo este trabajo no es para decir somos mejor o peor persona, o me debo sentir mal o bien por como soy, nos guste o no nos guste lo que hemos reconocido en como somos, todo esto nos puede servir para darnos más posibilidades de mejorar, de estar mejor.
Incluso encontrarás que ciertas actitudes se quedarán, en este paso sin pasar al siguiente, en que las tienes que aceptar porque ves que «no se pueden cambiar» o «no es el momento de cambiarla» o «no tienes los recursos para mejorarla» y no hemos de castigarnos por como somos por reconocer que somos así o en este momento estamos así.
Porque al final esto puede pesar doble, una por sentirnos mal por cómo hemos reaccionado ante algo y sentirnos mal por ver cómo somos. E incluso triple castigarnos por no ver que podemos cambiarlo. Tengamos mucho cuidado con este autocastigo.
Aceptar es pensar que nuestra mente hasta el día de hoy actúa de esta manera, por lo que fuera se formó de esta manera. Nada podemos cambiar del pasado, ni con los “si yo hubiera hecho”, “si no hubiera respondido de tal manera”, ninguno “si yo…” va a cambiar este momento.
Debemos aceptar que esto es lo que tenemos, y que castigarnos solo reduce nuestra motivación para mejorar y además nos afecta anímicamente para el fin que buscamos, que es estar mejor.
Lo que sí es bueno es observar cómo somos o cómo actuamos, con la intención y bajo el contexto de que podemos mejorar y generar, si es posible, una motivación positiva para dar el siguiente paso.
6. Trabajarnos:
Este es el paso siguiente una vez hemos aceptado quienes somos. No debemos tratar de saltarnos el «aceptar» como somos, aunque eso de aceptarnos nos cueste un poco.
Si no nos aceptamos como somos, eso al final siempre nos rondará nuestra mente, siempre nos castigará, condiciona en nuestra mente al cómo nos hace sentirnos con nosotros mismo.
Trabajarnos significa que vamos a buscar los recursos para mejorar, vamos a poner la intención de poner en práctica las pautas o conocimientos nuevos para mejorar aquello que queremos mejorar.
Es intención en buscarle una solución y ponerla en práctica, si nos vemos en ese momento capacitado para ello.
Este proceso, o estos pasos se irán haciendo de forma alternativa entre tus diferentes formas de actuar, de pensar o de como eres.
No se pueden trabajar todas las actitudes, respuestas, reacciones de a la vez. Y quitarlas todas de un plumazo. Se hace igualmente paso a paso.
Algunas te resultará más fácil trabajarlas, otras nos costará más, otras simplemente la aceptaremos porque vemos que o no se puede trabajar por lo que sea o no es el momento, o quizás no dispones de los recursos. Aunque ya haberlas aceptado es en sí un gran paso.
Recordar
Así que como dije al principio esto no se trata de llegar ni más lejos ni más cerca, se trata de llegar a donde nos sintamos, en la medida de lo posible, cómodo con nuestra forma de ser, y podría darse el caso que algunas reacciones tendrás que aceptarlas porque quizás no se puedan cambiar.
Eso si, no nos sentiremos como nos sentimos ahora con ellas y algunos cambios de mejoras llegaras a hacer. Pero por norma general, tu actitud general puede llegar al último paso.
Como siempre, no nos obsesionamos con estos pasos, esto también, al fin y al cabo, se basa en pautas o consejos bajo mi opinión; siempre es bueno ampliar más conocimiento si te gusta todo esto.
En un Podcast no se puede dar todo detallado, porque necesitaríamos horas y horas, pero al menos mi intención es aportar algunos pasos, algunas pautas que nos puedan servir para observarnos, para mejorar, para que ampliemos conocimiento; porque así dispondrá de más información a la hora de mejorar en tu práctica de meditación y por ende en tu estado de ánimo, en tu bienestar.
Resumen:
- Siempre debemos trabajarnos hasta donde nos sintamos bien.
- Nadie es más bueno o más malo por llegar más lejos en la práctica.
- Los pasos que recorre desde cuando comenzamos y hasta que vamos avanzando en esa transformación personal, es, y resumiendolo mucho estos 6.
- Práctica de meditación y mindfulness. Donde empezamos todos. Ponemos toda la intención de poner conciencia en aquello donde hemos decidido enfocarnos.
- Darse cuenta de las dispersiones: Observamos que nuestra mente se distrae muy a menudo, y es bueno darse cuenta de todo esto.
- Observar nuestra conducta: Observamos que se repiten patrones de cómo reaccionamos a las cosas o que pensamos sobre otras cosas o personas
- Reconocer: Observamos y analizamos de manera general nuestras reacciones y reconocemos que tenemos cierta conducta general. La mente aquí puede excusarse para justificar esa conducta y para no querer aceptarla o cambiarla.
- Aceptar: No debemos molestarnos por como somos, somos así en este momento, castigarse solo nos generará malestar y desánimo al cambio. Uno debe afrontar el aceptar como es para cambiarlo para que no nos castiguemos tampoco por como somos o para que esa conducta no condiciones tus reacciones posteriores o al menos la reduzcas
- Trabajarnos: aquí la intención es buscarnos esos los recursos, conocimientos, necesario para posibilitar una transformación en nuestra actitud, en conseguir un estado anímico más equilibrado mental y emocionalmente. Es también poner intención en nuestro día en poner en práctica aquello recursos y conocimientos que aprendemos
Por último, no nos obsesionamos con todo esto, ni tratemos de estresarnos para recorrer el camino más deprisa. Hagamos todo esto con cabeza, y recuerda que siempre prima, en la medida de lo posible, el que uno trabaje desde la motivación o desde el me siento contento mientras realizo lo que realizo.