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Hoy hablaremos si aparte de poner intención de practicar es bueno programarse, “obligarse” a poner acción en realizarla, con sus correspondientes, ejercicios Mindfulness; y si al hacerlo se obtienen más beneficios que el propio ejercicio en sí.
Cuando se plantea esta opción de prácticas algunas personas pudieran plantearse algunas de estas dos o tres cuestiones, las voy a ir comentando y respondiendo:
1. “No me vale con poner intención o proponerme por la mañana practicarlo durante el día o aplicar lo aprendido en la meditación durante ese día”.
Si, es muy muy importante la intención, es más, es algo que uno debería hacer, es bueno proponerse y recordarse a uno mismo cada mañana el hecho de querer llevar a la práctica o aplicar estos ejercicios en lo que vaya ocurriendo en el día a día.
Pero sabemos que “intención”, no lleva consigo acción.
Resulta que estamos acostumbrado a proponernos cosas como “hoy beberé más agua“, “hoy pondré más atención en recordar los nombres” ” Hoy no picaré entre horas” “hoy comeré más saludable” “Hoy dejaré de hacer esto“, “hoy haré lo otro“, etc.
Sabemos que muchas veces la intención se queda en eso, en intención. Por eso el hecho de ponerse ejercicios de Mindfulness o también llamados “meditaciones activas”, nos ayuda a pasar de la intención a aplicar lo aprendido al meditar en prácticas reales osea, en tus acciones de tu día a día.
Bueno y si no haces prácticas sentados siempre es una buena práctica de entrada, de comienzo, para empezar a introducirte en la atención consciente plena y empezar a obtener algún beneficio.
2. También pudieras pensar: “entonces, no me valdría con poner concentración para solo estar atento a cepillarme los dientes, para solo centrarse en cepillarme los dientes y no dispersarse, porque así uno se dispersa o distrae menos, no es esa la intención de la práctica. ¿Centrarse más en lo que haces y distraerse menos?
Aunque al principio de realizar estas prácticas de atención consciente plena se peca de “concentración”, lo cual hasta cierta manera es bueno, porque suele ser un paso del camino de ese proceso, en realidad si haces esto, o mantiene esto en tu práctica como base, no estás haciendo lo correcto, no es en sí una práctica de Mindfulness, meditación activa o atención consciente plena.
Es como la palabra indica simplemente concentración. Y si, es verdad, que realmente te dispersaras menos si fuerzas la concentración. Lo malo en la concentración suele ser que consume mucha energía y es por un tiempo limitado, entre otras cosas.
Y entre otras cosas y lo más importante es que uno en la atención consciente plena una de las cosas más importante es la gestión que hacemos con nuestros pensamientos, sensaciones, emociones, el darnos cuenta; darse cuenta, y gestionarlo, esto hace que mejores ese estados de ánimos, que la mente tienda a saber gestionar esos pensamientos, sensaciones, emociones y todo provocado por un malestar que generamos nosotros mismo.
Y esta es una de las grandes diferencia con la concentración, la concentración solo es estar atento a algo, sin distraerse, pero después de ese tiempo, tus preocupaciones, pensamientos, sensaciones, etc; pueden volver con la misma intensidad con la que estaban ante.
Pero la práctica de la atención consciente ayuda a reducir esas sensaciones, ese malestar, incluso creando un proceso automatizado mentalmente que nos ayuda cada vez más a gestionarlo de una mejor manera y que las cosas no nos afecten tanto, ni nos secuestren emocionalmente; y que reaccionemos como no nos gusta.
Recuerda el podcast anterior cuando hablamos de “notar” y que ya solo con hacer eso obtenemos beneficios. Por eso es mejor aplicar la atención consciente plena al cepillarse los dientes que una pura concentración.
3. Ahora también pudiera venir a la mente de algunas personas…: “Bueno y si aplicamos estos ejercicios de mindfulness durante el día, no es al final como si hiciéramos nuestras meditaciones sentado, entonces, no es mejor ponerse más meditaciones en casa o hacer que duren más tiempo?.“
Sí, ciertamente sí, más o menos, mmm… ps sería quizás más lo que llamamos meditación activa aplicado a una acción o lo que se llama comúnmente ejercicio mindfulness, hay diferencia, porque a parte que si esto lo haces en el día suelen cambia las circunstancias o el ambiente que le rodean de cuándo prácticas sentado meditación a cuando lo haces en una acción diaria.
Beneficios más allá de la práctica en sí.
A parte del ejercicio de mindfulness, un beneficio que obtenemos es que al tener que hacer estos ejercicios hará que durante tu día te esfuerces para recordar que lo tienes que hacer, qué quiere decir esto, que tendrás en mente más tiempo el estar pendiente a hacer estos ejercicios, y esto quiere decir también, que al final cada vez que lo recuerdes.
Esos precisos momentos son más propicios a aplicar la atención consciente de forma “no programada”, osea, que lo mismo práctica en esos momento algunos instante de ser consciente de las cosas. Total que vas aplicando más la atención consciente en tu día.
Así que esto de tener esa “obligación” de hacer los ejercicios, nos ayuda a recordarlo más, por lo tanto en los momento que los recuerdas, en los ratos antes y en los ratos después de tener que hacer esos ejercicios, o en cualquier momento que te venga a la mente, que suele pasar al tener que intenta recordar que tienes que hacer algo.
Pues tu mente estará predispuesta, si te apetece, a practicar la atención consciente plena en cosas que no tenías programada, a parte, de en donde lo tenias programado que era en lavarte los dientes.
Sabemos sobradamente que muchas veces con la intención de hacer algo, no nos vamos a acordar en todo el día de hacerlo, pero al tener esos puntos, momentos, o rato en los que nos hemos “obligado” a poner en practica estos ejercicios, hace que durante el día esa idea de la práctica que tenemos que tenemos que hacer algo.
Y esto hace que llegue a nuestra mente más veces esa idea y por lo tanto al recordarlo siempre tenemos más posibilidad y la oportunidad de aplicar la atención consciente en lo que haces en ese momento, a parte de tus prácticas “obligatoria”.
Conclusión:
Osea, que el beneficio de los ejercicios programado es que convertimos lo que es una sola intención en una acción ,y por lo tanto, pasamos a recordar en más momento del día lo que tenemos que hacer a parte del momento decidido.
Por lo que al acordarnos más veces durante el día, uno lo tiene más en mente y si lo tiene más en mente es más fácil ponerse a aplicarlo, aunque sea un instante en ese momento que lo recuerda.
Total estas aprendiendo o enseñando a la mente a automatizar ese proceso, a recordarlo más veces durante el día, a que se convierta en algo más natural en ti, en un proceso o rutina que salta de forma más automática.
Acción:
Y ya que hemos recordado que es bueno aplicar la atención consciente durante el día en cualquier cosa, en cualquier momento. ¿Que tal si la la practicamos ahora mismo?