Hoy hablaremos de cuándo y en qué fase debemos actuar o aplicar la meditación, la consciencia aprendida, para ayudarnos a modificar esos recuerdos que nos generan ese malestar.
Sabéis que una de mis premisas no es solo ayudaros a aprender a meditar sino que también pienso que es igual de importante daros los conocimientos para saber cómo funciona, y cómo y cuándo podemos aplicarlos en el día a día.
Hoy vamos a hablar de la memoria, y exactamente del recuerdo, que al final son esos pensamientos, sensaciones, emociones o estados de ánimos que nos vuelve a la mente en muchos casos recordando cualquier situación y a partir de ahí volvemos a retroalimentar ese pensamientos con las mismas sensaciones y así volvemos a consolidar ese recuerdo con la experiencia de ese momento que son las mismas que tenía o aun le damos más intensidad, y así se vuelve a guardar en nuestro memoria para la próxima vez que la recordemos, que nos venga ese pensamiento.
Hay que tener en cuenta esta premisa :
Todo recuerdo es modificable
De hecho siempre esta alimentandose de la experiencia nueva que tienes cada vez que lo recuerda.
Hay que comentar que entenderemos el recuerdo como un pensamiento asociado a unas sensaciones.
Pues he de comentar que existe un momento en donde el recuerdo es modificable y ese es al momento para la actuación de la atención consciente.
En terminos psicologicos existe un instante que llaman memoria o estado lábil, y este es llamado al momento en el que el pensamiento de un recuerdo aparece y nosotros le sumamos a esa memoria, a ese recuerdo, a ese pensamiento, la experiencia del momento presente, por lo que en la mente se guardará la suma de ambas. Teniendo un poco de más de influencia para ser recordado en esa experiencia el del recuerdo pasado, según la cantidad de veces o intensidad que lo hayamos guardado.
Pero eso si, durante ese momento podemos ayudar a modificar ese recuerdo. Y durante ese momento existe dos posibles casos:
- Reconsolidación: ósea, que volvemos a sentir o experimentar en el momento presente la misma sensaciones de ese mismo recuerdo y al no actuar sobre él de forma diferente la experiencia nueva que guardaremos para que también sea recordada tendrá esa sensaciones. Lo que llamamos retroalimentarlo, alimentar ese recuerdo con lo mismo de siempre.
- Modificación: Es ese mismo momento que recordamos algo pero que la experiencia de ese recuerdo es modificada por como actuamos en ese presente que estamos recordando, no es la retroalimentación de pensar y sentir lo mismo que el recuerdo antiguo, sino modificar nuestro recuerdo incluyendo nueva forma de experimentarlo. Es aquí donde actúa la atención consciente.
Por lo que tenemos que tener bien claro que somos capaces de modificar cualquier recuerdo, con esto digo, distinguir, separar lo que es el propio pensamiento de la sensación o estado de ánimo que el que le viene asociado.
Eso sí, también hay que tener claro que este tipos de pensamientos / sensaciones es un patrón que ya se nos ha repetido muchas veces en la cabeza y viene o actúa, a veces, de manera inconsciente; por lo que con una sola vez siendo consciente de ello, no cambiaremos ese recuerdo.
Lo que si es que ayudaremos a que la próxima vez sea más fácil volver a actuar sobre él conscientemente, también haremos que empiece a perder fuerza o que esa sensación pierda intensidad y nos condicione o nos da la posibilidad de que nos haga reaccionar de manera diferente la próxima vez.
Pero hay que tener claro que para modificar ese pensamiento y que deje de producirnos esa sensación o estado de ánimo, cuando lo recordemos, ha de repetirse este proceso de modificación por muchas ocasiones, para que ese recuerdo termine produciendo aquello que queremos, no por arte de magia, sino porque hemos asociado esa sensación de calma a ese pensamiento a base de repetición, de atenderle conscientemente, aceptar y transforma esa sensación a una calma mental, a una sensación de bienestar.
¿Y en qué momentos debería actuar la atención consciente en este proceso?
Pues la meditación una de las cosas que haces es enseñarnos a darnos cuentas de que se está produciendo un pensamiento y a aceptarlo.
Entonces lo que haremos es intentar ser consciente en el momento en que aparece ese recuerdo, si es posible en los primeros atisbos. Cuanto antes nos demos cuenta más fácil es domar o gestionar esa sensación.
Pero también puede ocurrir, que además es lo más habitual, ya que lo anterior se suele dar con mucha más práctica, pues es coger ese recuerdo cuando ya hemos reaccionado a él, y estamos en un estado de retroalimentación de ese recuerdo o pensamiento.
Entonces ahi tambien deberiamos darnos cuenta que lo estamos haciendo, y es ahí donde debemos cambiar esa experiencia que se guardara de nuevo como recuerdo.
Es ahí donde debemos aplicar otra de las cosas que realizamos mucho al meditar, y es aceptar ese pensamiento / sensación, no etiquetarla, no incluirle más intensidad a esa sensación e intentar suavizar. Ten en cuenta que esta experiencia que tengas en este momento es la que va a ser, en parte, recordada la próxima vez.
Así que según lo como actúes, le darás más o menos posibilidades para poder modificar ese recuerdo la próxima vez que regrese, está claro que todo esto requiere tiempo y práctica constante para que ese pensamiento no nos haga reaccionar de esa manera siempre de la misma manera o peor.