| iTunes | iVoox
Hoy hablaremos de qué es y cómo podemos aplicar el desahogo consciente para que realmente cumpla su función y quedemos más relajados después de ese desahogo y no por el contrario, nos quedemos incluso más molesto.
Lo que en ocasiones se puede pensar
Uno puede pensar que desahogarse es algo natural, es bueno, hay que hacerlo y es algo que aconsejan bastante. Y llevan toda la razón.
Pero a veces puedes darte cuenta que después de ese desahogo que haces, ese run run mental sigue ahí en tu mente de forma insistente, esa sensación de malestar incluso, a veces, se mantiene o ha ido a más. Total que sientes que te has desahogado pero te notas anímicamente igual o peor.
Pero bueno, antes de pasar a explicar todo eso empezamos por el principio, aclarando el término desahogar.
Aclarando el término “desahogar” o para que lo utilizamos a veces.
En ocasiones se puede dar la situación que lo que llamamos desahogar lo utilizamos para otras intención o fines, explicare las más comunes: El victimismo, la falta de respeto o piensas que haces lo correcto en desahogarte pero realmente te sientes peor al hacerlo.
Quiero hacer un inciso para que no haya ofendidos, si uno por lo que sea lo hace por alguna de esas razones. Uno no debe valorar ni que esa forma de actuar es buena o mala, ni yo lo estoy diciendo de forma despectiva. Sino que uno tiene que saber en donde se encuentra, conocerse y desde ahí empezar a mejorar. Pero para eso es importante dar ese paso de ser sincero con uno mismo aunque a veces cueste.
Uno es lo que es ahora, no nos juzguemos por ello, no nos excusamos, no nos montemos ahora nuestra historia, no se trata de hacer eso. Utiliza, más bien, esa energía en ver cómo mejorar desde ese punto donde te encuentras.
Realmente en la práctica del mindfulness lo ideal es aceptarlo en el momento y no llevarlo más allá de ese momento para no generar ese malestar y para después no tener que desahogarnos.
Pero sabemos que esto no ocurre de la noche a la mañana, y que hasta que no consigamos esa habilidad tenemos que empezar desde nos encontramos y desde ese punto empezar a progresar.
Comentaremos como hemos dicho antes las tres opciones más habituales que solemos utilizar: el victimismo, la falta de respeto o simplemente que creo que era lo correcto pero me siento peor al hacerlo.
Victimismo:
No hay que confundir contar algo para desahogarse o utilizar el término “me estoy desahogando” cuando realmente lo que hacemos que al contarlo es buscamos sentirnos la víctima.
Y al buscar sentirnos de esta forma al final terminamos alimentando el sentirse mal, podemos llegar a pensar que si, que sentirnos así, hace que otros se comporte de cierta manera con nosotros. Pero ese reconfortamiento no ayuda al bienestar. Ya que el contarlo una y otra vez y con esa sensación de victimismo no hacemos otra cosa que mermar nuestro estado anímico. Y no es lo que buscamos en la meditación. En ella buscamos gestionar esas sensaciones para mejorar, para no repetirla una y otra vez.
Faltar al respeto
El desahogo consciente no implica faltar al respeto. Si no contar lo que te pasó, o sea cómo ocurrió la acción, y como nos hizo sentir, si corresponde. Puede que nuestro desahogo sea en el mismo momento en el que ocurre o después contárselo a otra persona.
En ambas debemos hacerlo de forma consciente, siendo consciente de las palabras que utilizamos, como nos sentimos y que si en esos momento notamos que nos vamos de esas acciones y vemos que vamos a entrar en ese secuestro emocional que suele tener los desahogos, pues en ese preciso momento sería buena ocasión para gestionarlo conscientemente y continuar contando lo que nos paso y notando cómo nos sentimos, a la vez que lo gestionamos todo. Al principio puede costar, pero no nos desesperemos, estamos aprendiendo, y de eso se trata, de aprender de esas experiencia
Un desahogo no se trata de faltar al respeto, porque si uno lo termina haciendo lo que hacemos es crearnos una reacción “maleducada”, por decirlo de alguna manera, o sea creamos en nosotros una reacción ante esa circunstancia donde respondemos o reaccionamos generandonos malestar porque ser maleducado, insultar, etc, ya que esta respuesta mental no lo hacemos desde el sentirse bien, desde el no sentirse molesto, o desde el contarlo de una forma consciente o gestionando ese malestar en ese momento.
Entonces no podemos defender el ser mal educado como un beneficio para la calma mental ya que es lo contrario, nos generamos un malestar, el tener que ponernos con ese estado de ánimo para insultar o faltar al respeto a alguien.
Crees que el desahogo es correcto pero te sientes peor.
Nos han dicho innumerables veces que desahogarse es correcto y lo hacemos con esa intención, pero debemos tener cuidado, ya que hasta que no te desahoga por norma general lo estas alimentando y cuanto más tardemos en desahogarnos, más alimentaremos y más grande haremos esa bola de ese malestar, con lo que quizás el desahogo no terminen haciendo su fin, ya que en ese momento es más grande la preocupación que nos hemos generando a partir de lo sucedido hasta que nos hemos desahogado, alimentándolo constantemente con ese “run run mental”, que la preocupación que nos genero lo sucedido.
¿Cómo realizamos un desahogo consciente?
Entonces y lo importante. ¿Cómo actuamos en ese desahogo consciente?. ¿Cuales son las pautas recomendadas?. Bajo mi opinión, para mejorar ese desahogo, y que no nos termine, al final, generando más mal que bien comentaré algunos consejos.
¿Cómo actuar en el momento que sucede?
- Si es con la persona que te ofende:
Un desahogo puede producirse en ese instante que nos pasa, pero necesitaremos al menos unos instante para gestionar internamente lo que sentimos y después podemos empezar a hablar, a conversar, con quien nos lo ha provocado, siempre desde el respeto, la empatía con el otro, no tratándolo de dañar con ese desahogo, sino haciéndole comprender lo sucedido, y sí, lo sé, a veces hay quien se tomara eso como una debilidad en nosotros y podemos pensar que incluso es peor comentarselo por que no cambiara su forma de ser o empeorara su forma de actuar, o eso pensamos, por eso, este tipo de desahogo siempre requiere antes una pequeña reflexión o valoración para ponerlo en práctica.
Si lo ponemos en práctica, sería bueno ser consciente de lo que hablamos, cómo lo hablamos, qué entonación utilizamos y cómo nos sentimos emocionalmente. Comprende que cualquier desahogo, al menos el consciente, debe hacerse desde el respeto, desde la empatía hacia el otro, pensar que valoramos una acción y no a la persona que no lo ha hecho.
Debemos permanecer conscientes de que si, de que nos han sentado mal y eso lo notamos en nosotros. Pero observamos y gestionamos mientras hablamos que no nos dejamos llevar por ese secuestro emocional, y observamos a la vez cuando nuestra mente empieza a desviarse de estas pautas consciente, y si eso sucediera la gestionamos como si fueras una dispersión.
No quiero decir que si algo nos ha sentado mal, no te sintamos mal por ello, lo que quiero decir es que mientras nos desahogamos, no nos dejemos llevar por esa reacción emocional que se sale más allá del malestar en sí, o sea, no dejar actuar a nuestra mente bajo esa reacción que provoca el secuestro de esa emoción. Y si, sabemos que requiere tiempo y gestión emocional en el momento. Pero la única forma de aprender es practicándolo y experimentandolo.- Cómo actuar al desahogarse si es hablar con otra persona que no tiene nada que ver con lo sucedido
- Quizás es algo que no nos ha pasado con alguien y decidimos hablarlo con otra persona al nada de sucedernos esa acción o simplemente es un hecho que no tiene como “culpable” otra persona, si no es una acción, suceso o evento en sí. En ambos casos debemos actuar igualmente como hemos comentando antes, con consciencia y gestionado eso que sentimos mientras conversamos. Siendo consciente que hablamos con respecto.
- Cómo actuar al desahogarse si es hablar con otra persona que no tiene nada que ver con lo sucedido
¿Cómo actuar si dejamos transcurrir un tiempo entre la acción y el desahogo?
Puede ocurrir que en ambos casos como con la persona que te ha hecho sentir así o con otra persona, o quizás con ese sucesos ocurrido, al final tengamos que hablarlo más adelante en el tiempo. Y este, el tiempo transcurrido entre lo ocurrido y cuando lo cuentas, es un factor importante en ese malestar.
En ocasiones cuanto más tiempo duramos en desahogarnos más grande se nos hará la bola en nuestra mente, más “run run”, charla mental interna, tendremos, más alimentaremos ese estado de malestar, y lo que pudo ser un “me siento mal” en el momento que sucedió, ahora estamos generando un estado de ánimo no grato, porque lo estamos alimentando todo el día y cuanto más lo alimentamos más grande se nos hace ese malestar.
- Bueno entonces ¿qué hacemos si uno tiene que esperar a desahogarse?:
Entender, comprender y asimilar, que lo que te ha sucedido no lo vamos a olvidar, que quiero decir con esto. Que no tenemos que repetirnos mentalmente o entrar en esa charla mental diciéndonos o repitiéndonos una y otra vez esa historia que nos hacemos mentalmente, porque ya sabemos lo que sucedió pero lo repetimos una y otra y otra vez, incluso aún sabiendo ya lo que le vamos a decir a la otra persona con la que nos desahogaremos, entramos en el bucle de repetirnos mentalmente una y otra vez lo mismo.
E incluso, en ocasiones, vamos dándole entonaciones y sensaciones a la forma en que lo vamos a decir, como si estuviéramos escribiendo un discurso y aprendiendo donde hacer más y menos énfasis en frases o palabras que vamos a contar
Entonces la forma de actuar hasta que no te desahoguemos debería ser que cuando notemos que empezamos a entrar en esta charla mental, debemos actuar sobre ella de forma consciente. Notando que nuestra mente está en esa charla, que notamos esa sensación y que debemos de observarla conscientemente y dejarla pasar, y continuar con lo que estabas haciendo en ese momento.
Y si entrenamos antes un discurso en donde dar mayor énfasis en algunas palabras u en otra. En este caso si vamos a entrenar ese discurso sería bueno que lo hiciéramos practicado esa gestión emocional tratando de contarlo desde el respecto desde el “sentirse” no molesto mientras lo cuenta. Y si, se que estas cosas cuestan, pero al menos que llevemos esa primera intención.
Y se que todo esto requiere hacerlo bastantes veces, todo sabemos que algunas de estas cosas que nos suceden no dejan de aparecer en nuestra mente de forma insistente.
Ya luego, cuando nos encontremos con esa persona con la que terminaremos desahogando y que no tiene nada que ver con esa acción que nos provocó el malestar, recordamos hablarlo de la forma consciente que hemos comentado antes.
Es bueno saber que la forma de desahogarnos casi siempre será la misma, aunque las sensaciones a gestionar si pueden ser diferente, pero al actuar siempre deberíamos notar como decimos las cosas y que decimos; y recordar tener empatía, comprensión, no faltar al respecto y no dejarnos llevar por ese sensación para que el desahogo no sea una retroalimentación más de ese malestar que tenemos en nosotros..
Sino que cuando notemos que la mente empieza su “secuestro emocional y mental”, la gestionemos, utilicemos la consciencia y la aceptación, para no entrar en ese bucle ni en esa reacción emocional.
El desahogo es bueno, pero siempre un desahogo consciente, bueno algunos se nos escapara no consciente, pero incluso eso no dejemos que vayan mucho más allá.
La función de desahogarse es positiva y puede servir para ayudarnos a no crearnos esa tensión interior, a no crearnos un malestar que continúe más allá del tiempo que debería estar en nosotros.
Por eso hay que tener cuidado como utilizamos el desahogo, ya que al final podemos estar haciendo lo contrario en vez de ayudar a estar mejor ,nos estamos provocando un malestar peor.
Recordemos que todo esto no sucede del día a la mañana, no podremos ser consciente y gestionar todo esto el primer ni el segundo día que lo pongamos en práctica. Esto es un aprendizaje y como tal nos lo debemos tomar con una progresión diaria. Pero sí, poco a poco, y con práctica iremos mejorando “controlando”, entre comillas, esa reacción, ese desahogo consciente de una forma más certera.
Resumen:
- El desahogo no implica faltar al respeto a nadie.
- Cómo debemos desahogarnos puede llevar tener consciencia de lo que decimos, cómo lo decimos, lo que sentimos, el gestionar esas sensaciones durante unos instante antes de hablar, y al hablar hacerlo con consciencia, sabiendo lo que decimos, cómo lo decimos y gestionando en ese momento lo que sentimos para no dejarnos llevar por ese secuestro emocional.
- Si tardamos en desahogarnos, debemos ser conscientes cuando empezamos a alimentar esa conversación que seguro saldrá en nuestra mente, o esa charla mental que generaremos, y gestionarlo cuando seamos consciente de ella. Para que cuando llegue el desahogo, no terminemos teniendo solo una sensación sino que hayamos generado un estado de ánimo negativo que aunque nos desahoguemos con otra persona, no nos quitara esa sensación de malestar.
- La función del desahogo es que nos ayude a reducir ese malestar, no a generarnos más mientras llega ese desahogo.