| iTunes | iVoox
Hoy hablaremos si la meditación, Mindfulness o la práctica de la atención consciente, es repetir una y otra vez los mismos procesos mentales.
Hasta cierto punto es así, es una rutina mental que hay que introducir en la mente, y esto se aprende a base de repetición, porque para aprender a gestionar de mejor manera las cosas tienes que gestionar y gestionar muchas veces lo mismo, eso te enseña a darte cuentas de detalles que no te das cuenta ahora, a refinar eso que haces, a mejorarlo y que todo esto al final te ayuda cada vez más a pasar de un estado molesto a uno mejor.
Y es a base de repetir y repetir ese proceso el que te ayuda a conseguir equilibrio entre conciencia y observar, porque al principio podemos pecar de observar sin consciencia o concentrarnos demasiado. Y esto se termina equilibrando a base de hacerlo una y otra vez así es cómo se consigue mantener ese equilibrio. Esa calma mental de mantenerte consciente observando algo.
Es una habilidad
Estamos aprendiendo una habilidad mental que no tenemos, porque sí, esto que se entrena termina siendo una habilidad, un recurso, una rutina, un proceso mental que mejora a base de eso mismo, de repetir.
El proceso mental que aprendemos siempre va a ser el mismo, por eso me escucha repetir ese proceso, prácticamente, en casi todas las prácticas o cuando explico algo. Siempre hablando de este tipo de meditación porque hay otras también, pero ya me entiendes.
El proceso que repetimos al final es observar algo conscientemente, aceptar, no enjuiciar ,tener una actitud observadora y consciente, darnos cuentas de nuestras dispersiones. gestionarla, etc., etc.
La diferencia es en dónde lo aplicamos y cómo nos encontramos en esos momentos para aplicarlo, esto lo podríamos llamar un poco los “obstáculos”.
Por eso la repetición de lo mismo es para que a tu mente no le cueste tener que ponerse a aplicar esa habilidad, ese proceso mental, esa secuencia de forma de actuar, sino que a base de repetirlo una y otra vez, esta habilidad salga de manera natural, sin que entienda la mente que tienes que hacer un esfuerzo extra y por eso no quiera ponerse.
A la mente le gusta aprender rutinas para no tener que gastar energía mental extra, porque si gastamos más energía lo que hará es recurrir a tu voluntad o motivación para ponerte o no, a realizarla. Y sabemos que justamente es lo que más falta hace cuando no nos encontramos bien.
Entonces para no dejar en manos de cómo nos encontramos ese día de voluntad para aplicar esa consciencia y esa gestión a nuestros pensamientos, sensaciones, estados de ánimos, etc.; utilizamos la repetición de este proceso.
Por eso es tan bueno hacer prácticas de manera constante y continuada en el tiempo. Al menos hasta asimilar esa práctica como algo natural que hacemos todos los días y que no nos requiera esfuerzo ponernos, ya después nos pondremos más o menos tiempo, o profundizaremos más o menos. Pero lo primero es coger esa rutina de ponernos.
Entonces para romper ese esfuerzo, esa voluntad, esa lucha, a veces, de “si me pongo o no me pongo”, lo puedes conseguir con la repetición una y otra vez de ponerte a meditar y de repetir los mismos procesos.
Realmente te sirve para cuando estes mal, o empieces a sentirte molesto, puedas aplicar esta habilidad, sin requerir esfuerzo. Porque sabemos, y nos pasa a todos, que cuando no estamos bien o cuando estamos molesto con algo nos cuesta salir de ese run run mental. Y cualquier cosa que requiera algo de esfuerzo la desechamos.
Por eso esa repetición continuada en el tiempo de esta práctica nos ayuda a que no pongamos esa excusa, sino que cuando lo necesitemos, por llamarlo de algún modo, podemos utilizarlo sin ningún esfuerzo.
Se que me repito
Sé que puedo repetirme muchos en los podcast, aunque muchas son preguntas a contestar, e intento que cuando alguien la escuche no tenga que buscar los detalles básicos en otros podcast, intentó facilitar eso y darle una respuesta más completa.
Ejemplo de esta repeticiones:
Esto es como el que quiere correr para poner el cuerpo en forma, el que quiere recorrer “x” kilómetros, tendrás que ir a correr sí o sí, no hay otra forma, correr un día y otro, repetirlo una y otra vez, acostumbrar al cuerpo a lo que no está acostumbrado, a pesar que tu cuerpo te diga, hoy no tengo ganas. Incluso hay una forma de correr más correcta, una respiración más correcta, etc, etc. que solo lo puedes aprender observándote y corriendo una y otra vez.
Pero, claro esta, la única forma de darle al cuerpo ese fondo físico y aprender a correr, es repetir una y otra vez lo mismo, un paso detrás de otro. Puedes cambiar la ruta para que te resulte más fácil, como cambias los ejercicios de mindfulness, pero correr tienes que ir a correr.
Y además si lo haces de forma continuada, te darás cuenta que con el tiempo te cuesta menos empezar a correr que decidir no ir a correr. No tienes esa lucha de si voy o no, por norma general. Porque lo has convertido en una rutina, en algo natural en ti.
En donde lo aplicas no tiene porque ser repetitivo (en un principio)
Eso sí, si el proceso mental es a base de repetición, donde se aplica no tiene porque serlo. Y aquí es donde puedes jugar un poco si consideras que esto al principio te aburre, que siempre es lo mismo. Porque sé que puede pasar, bueno sé que pasa.
Pero podemos aplicar Mindfulness a casi cualquier cosa que hagamos en el día, incluso escribiendo un mensaje, jugando a un juego, andando por la calle, realizando nuestro trabajo, simplemente escuchando a otro, observándonos a nosotros mismo, lavándote los dientes, observarte cuando no haces nada, mientras hablas, etc. etc
Por eso hay tantos ejercicios de mindfulness diferentes, aunque con la misma base que hemos comentado, no enjuiciar, ser consciente, aceptar, notar, gestionar pensamientos, sensaciones, etc.
Esa es la habilidad que debemos conseguir, y solo se hace a base de repetición. (y creo que me estoy repitiendo con la palabra repetición, pero así quedará claro, jaja)
Aunque siempre terminó aconsejando que lo ideal o para ir avanzando, eso ya los decide cada uno, pues lo ideal es utilizar estos ejercicios como complementario a una práctica sentada de meditación o Mindfulness. Pero como digo, siempre todo esto adáptalo a ti a tus circunstancia
Estos ejercicios de Mindfulness lo puedes hacer como algo complementario o como introducción a este mundillo. Cada uno empieza diferente.
Adapta cualquier ejercicio a ti. Aunque la base sea la misma
Lo que sí me gustaría recordar es que aunque ciertamente la base es la misma y es la que deberás repetir una y otra vez, en este tipos de prácticas.
Lo que sí podemos cambiar o adaptar es cualquier ejercicio a ti, hacer una práctica más sencilla o más adaptada a tu forma de ser también es posible.
Siempre, siempre hay una forma de adaptar ese ejercicio a ti, sin que en principio te aburras, o veas que te dispersas demasiado. Y después desde ahí, ir avanzando
Por eso es bueno entender un poco que se hace, cómo se hace, porque se hace y ciertos conocimiento, porque te da la posibilidad de que tu puedas adaptarla a cualquier situación o adaptarte un ejercicio a ti mismo.
Pienso que siempre hay una forma que podemos conseguir para adaptar un ejercicio a cualquier persona. Siempre hay un escalón inferior al que bajar o una ayuda a la práctica que podemos utilizar para empezar a aprenderla.
Resumiendo todo mucho:
- La práctica de meditación es repetir y repetir el mismo proceso mental; aceptar, no enjuiciar, notar, poner atención consciente a algo, gestionar pensamientos, sensaciones, etc.
- Todo esto sirve para aprender una habilidad y que está la podamos aplicar de forma natural en nuestra forma de ser, en nuestra actitud, en lo que nos sucede y que no requiera ese esfuerzo mental el ponernos a realizarla.
- Utilizamos ciertas meditaciones o ejercicios Mindfulness diferente para así cambiar en que aplicamos estos procesos y así nos resulte más fácil coger esa rutina de hacer prácticas de forma continuada. Pero los procesos mentales deben repetirse en cada ejercicio.
- Y recuerda, siempre hay una forma de adaptar un práctica a uno mismo, por eso no solo es bueno practicar meditación sino conocerla y comprender lo que se hace.