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Hoy hablaremos de que a la mente no se le fuerza a obtener un resultado, una actitud, un propósito, sino que hay que facilitarle las circunstancias, condiciones mentales, que necesita para obtener aquello que quieres.
Siempre lo tocaremos también y un poco desde el trasfondo o contexto de la práctica de la atención consciente
Y para eso es bueno entender cómo funciona más que forzar a que realice algo por orden suprema.
Os pongo algunos ejemplo:
- No puedes controlar la mente y decirle, bueno ahora quiero dormir, y te duermes,
- Ahora quiero que pare este pensamiento y se para
- Quiero memorizar esto y se hace
- O ahora no quiero sentir algo y dejas de sentirlo.
Eso no es así, sino que para que se produzca el sueño por ejemplo tiene que darse varios factores, (relajación, respiración, despreocupación, etc) pues lo ideal es facilitar esos factores.
Pero lo que no funciona es decirle o mandarle a la mente que se duerma o pensar que quieres dormirte o que necesitas dormir y decirle que pare todo ya y que se duerma. Esto no es así.
O si lo que quieres es para memorizar algo no la fuerzas a memorizar cosas, no lo lees y dices “quiero que memorices esto” y lo memoriza, no no es así. lo ideal es facilitarle esas circunstancias para que dé más probabilidades de una mejor memorización de lo que quieres recordar.
Hay un podcast sobre cómo funciona la memoria. El “168. ¿Por qué recordamos algunos recuerdos mejor que otros aunque no queramos? y ¿qué tiene que ver con la meditación?” por si lo quieres escuchar
Pero bueno es como cuando te apasiona algo que lees, y lo fácil que lo memorizas y algo que no te gusta nada de nada lo que te cuesta aprenderlo . Y no es solo porque te guste o no, es porque al gustarte favorece ciertos condiciones cognitivas y ello facilita el aprendizaje.
No puedes forzar esas condiciones diciéndole a la mente «tengo que aprenderlo si o si a la fuerza» es mas favorecer que se den esas condiciones que quererlo o mandárselo a la mente por la fuerza.
Entonces al final esto se trata de facilitar las circunstancias, facilitar el generar esas circunstancias, y para eso hay que entender cómo la mente funciona, para saber qué hacer para que nos facilita esas condiciones o circunstancias para que demos más probabilidades de que conseguir aquello que queramos.
Es como si digo que no pienses en un elefante rosa, la negación de algún pensamiento solo le da más fuerza a la mente, más capacidad de recordarlo, ya que nuestra mente funciona, entre otras cosas, por la intensidad de las emociones que imprimimos a los pensamientos o a lo que observamos, y los pensamientos negativos, o no querer tener un pensamiento, (es como sentirte mal por tenerlo), solo le da más fuerza.
Para no pensar en un elefante rosa lo que ha de hacerse es observar otra cosa poner tu atención en otra cosa y cuando empieza a venir pensamientos de elefante lo que hay que hacer es solo dejarlo pasar sin incluir, sin asociarle nada.
Así entiende la mente que algo no nos importa. Entiende que si no le asocias a ese pensamiento ninguna sensación o emoción es que no interesa
Entendamos también que no es lo mismo trabajar mentalmente con el primer pensamiento sobre esa circunstancia que sea un pensamiento que ya es repetitivo y ya trae su fuerza emocional incorporada.
En ese caso, antes los pensamientos repetitivos, actuamos igual para ir quitándole fuerza a esa sensación que va viniendo con ese pensamiento cada vez que lo recordarmos, para que cada experiencia nueva al recordarla guarde en la memoria ese trabajo mental.
Para que la próxima vez y por repetición vaya esa sensación o pensamiento perdiendo fuerza hasta que con el tiempo se facilita la posibilidad de que ese pensamiento no te genere un malestar o que apenas tenga intensidad para llegarte a molestarte realmente.
(hay un podcast el “262. Influencia de la meditación en cómo volvemos a guardar los recuerdos que recordamos” que habla sobre ello)
Hay que tener cuidado porque en algunas ocasiones lo que hacemos es pensar o hablar diciendo «esto no nos importa» y aquí realmente estamos imprimiendo una sensación; puedes ser sincero contigo mismo y obsérvate cuando lo digas o recuerda cuando lo hayas dicho, nota en ti que realmente imprimes un poco esa sensación de malestar con alguna mínima tensión corporal o en el rostro o nota quizás el tono en que lo dices que lleva cierto sentimiento.
Entonces no porque lo digamos mentalmente, como una afirmación o forzar a decirlo que no nos importa algo, la mente va a entender que no nos importa, la mente entenderá que algo no nos importa cuando actuamos, sentimos, pensamos de manera que no nos importa.
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Ejemplo:
Cuando andas por la calle y te cruza con muchas personas, a la mayoría ni les prestas atención, eso es como que no te importa, salvo que haya algo que destaque, como una persona con el pelo de punta y de color rosa y con lunares verdes fluorescente en el cabello, ahí fijarías toda tu atención, entraría la emoción de sorpresa, que incluso podría incluir que te gusta la gente así o te molestan, lo que facilitaría que eso lo recordarás más. Incluso luego puedes empezar a tener una conversación interna sobre algo parecido o hablarías con tus amigos de lo que has visto.
Así que al final lo que haces es imprimirle una sensación a ese pensamiento, alimentarla mentalmente porque incluso la comentarás a otras personas.
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No se si se entiende ahora el porque no se trata de controlar la mente, de mandarle a ella cosas verbalmente o intentar imponer algo por la fuerza
Sino que la intención para gestionar la mente es facilitar las circunstancias para posibilitar aquello que queremos obtener de ella.
Por ejemplo si hablamos de gestionar en el dia a dia los pensamientos, sensaciones, emociones o estados de ánimo o en tu propia meditación. A veces podemos caer en el «error» de pensar, decirnos o sentirnos» como que «no quiero tener este tipo de pensamiento, quiero estar mejor», «estos pensamientos no me convienen» u otros parecido.
En este caso seria bueno que se analizará como tratais esos pensamientos en vuestra práctica. Porque estos que comento o sus parecidos viene precedido por un «no me gusta tenerlo» por decirlo de alguna manera. Con lo que les estamos imprimiendo una sensación negativa, de malestar y al final lo que hacemos es darle más fuerza para que vuelvan, para recordarlo o para que nos alimente ese malestar.
Y es cierto que no queremos tenerlo, lo sabemos, pero como hemos dicho la mente no entiende ese decir que «no quieres tenerlo» ella entiende de como tratas ese pensamiento y de qué sensación le imprimes para saber qué hacer con eso para posteriores veces y si debe ser recordado más, menos o ni siquiera recordado.
Piensa que el resultado de la práctica o de las cosas de tu día a día es como tratas a esos pensamientos. Según como lo hagas facilita o no un resultado u otro.Siempre digo facilita como probabilidad, no todo es consecuente, alguna veces se dará o no, o se dará más a la larga. Pero intentemos, en la medida de lo posible, facilitar las circunstancias para que nos favorezca obtener el resultado que esperamos tener.