Hoy daremos más detalle sobre lo que es aceptar, la acción de aceptar y que significa en la meditación o el mindfulness.
Este es uno de los términos dentro de la práctica de la atención consciente plena, que suele traer más controversia y más preguntas, dudas, o mal enfoque sobre ella por que utilizamos esta misma palabra en la vida diaria con una definición diferente.
Por lo que de vez en cuando en este podcast habrá algo referente a “aceptar” para que vayamos entendiendo, ampliando y aplicando esta acción en nuestra actitud.
En el podcast de hoy nos referimos a que aceptar algo no significa que si ocurre algo no dejemos todo tal como está y seguimos como si eso no hubiera ocurrido, no se trata de olvidar lo ocurrido, conformarse con lo que ha pasado y continuar nuestro camino sin hacer nada al respecto.
Aquí quiero aclarar lo de “sin hacer nada al respecto” porque se puede confundir, cuando decimos en nuestras prácticas: “aceptas tus pensamientos, no lo alimentes, no lo etiquetes, no reaccione ante ellos, acéptalo” y se podría pensar que esto y “sin hacer nada al respecto” es lo mismo, pero no es así.
Incluso en la meditación hacemos algo al respecto, ciertamente no reaccionamos a él, pero si actuamos, porque hacemos algo al respecto que es ser consciente de ese pensamiento y si nos ha generado una reacción emocional o física, actuamos en consecuencia para ser consciente de ella y suavizar.
Entonces después de aclarar esto, y como hemos comentado, actuamos frente a lo que nos ocurre, observando nuestra reacción si la tenemos, siendo consciente de ella y luego actuamos.
Esta referencia “aceptas tus pensamientos, no lo alimentes, no lo etiquetes, no reaccione ante ellos, aceptalo…..” hace mención a una práctica de atención consciente, pero en la vida diaria, no significa que realicemos solo ese proceso que hacemos en la práctica.
Sino que lo que hacemos con nuestra mente, como acabamos de comentar, es para que nuestra mente esté más clara, menos dispersa, tenga más lucidez para en ese momento actuar si corresponde, pero no actuar desde una reacción emocional o sentimental y dejarnos llevar por nuestra ira, malestar, estrés, venganza, enfado, miedo, pánico, vergüenza, etc etc.
Sino que desde esa mente calmada tenemos más capacidad cerebral para tomar una decisión, actuación ó acción más acertada al suceso que acaba de ocurrir. No porque solo lo diga yo, sino que los estudios científicos hacen referencia a ello, ya que estando calmados mentalmente nuestro riesgo sanguíneo alimentas partes del cerebro que son las que nos hacen decidir de una forma más acertada y menos “emocional” osea, capturado por una emoción que sintamos, como hemos comentado antes.
Y esa mente calmada nos puede hacer ver de forma diferente un mismo hecho ya que no estamos inmerso en la reacción que nos ha provocado esa malestar.
Y siempre me refiero a, actuar si corresponde, porque a veces, simplemente debemos aceptar esos pensamientos, de la forma que hemos dicho antes, y no realizar una acción hacia el exterior, y otras hay que hacer las acciones exteriores necesaria para dar solución a algo.
Poniendo unos Ejemplos:
No reacción y No acción exterior:
Imaginate que estas realizando un trabajo y te sale mal por primera, tercera vez, o enésima vez, y esto hace que te moleste, te enfades, grites, etc.
Esta reacción solo hará que tu cerebro se embadurne de esa sensación y tu atención disminuya porque estará divida entre mantener ese malestar y hacer lo que haces, aparte de que tu riesgo sanguíneo, y esto quizás haga otro podcast con este estudio para que tengáis la referencia y un mayor conocimiento sobre ello, pues tu riesgo sanguíneo cerebral reduce en las partes que te hacen tomar decisiones, la imaginación, las atención, la busca de soluciones, etc. Por lo tanto siempre facilitará más el volverse a equivocar si te mantienes con esa sensación de malestar que no tenerla.
Porque en realidad es lo que buscas, no equivocarte, que no te salga algo mal, hacerlo mejor, no buscas dar más posibilidad a que la próxima vez te puedes volver a equivocar, aunque con esta reacción subconscientemente lo hacemos.
Entonces en este ejemplo, en realidad no deberíamos actuar exteriormente, sino interiormente y aceptar ese pensamiento, no alimentarlo, no etiquetarlo no reaccionar a él ni mental ni emocionalmente y si fuera así, pues gestionarlo como siempre. Este no requeriría una acción exterior.
Y ahora pasamos a…
No reacción y Acción Exterior:
En este caso imaginemos que estás en una reunión, o que en tu casa sucede algo con tu pareja, estos temas suelen ser lo que más gestión emocional a veces requieren, pero bueno ese es otro tema.
Entonces imaginemos que habéis discutido por algo o estáis discutiendo y de repente te das cuenta que estás alterado, y que empiezas quizas a decir cosa que no es lo que realmente piensa pero por tal de hacer daño, vengarnos, etc; y desde ese estado emocional intentamos dañar a alguien.
En el momento que nos demos cuenta, en ese momento podemos trabajar nuestro estado emocional como habíamos comentado, y ayudar a calmar nuestra mente.
Pero ahora aquí no debería terminar la cosa y decir, bueno yo estoy ya bien, y la otra mal, y me da igual, yo he trabajado, gestionado lo mio.
Lo ideal sería actuar exteriormente. Desde quizás pedir perdón si corresponde, o incluso hablar desde la calma, “mira estamos dejarnos llevar por este enfado y estamos hablando cosas o incluso insultandonos, sólo porque estamos molesto, y esto es solo una cosa temporal, solo estos instante y al final está discusiones nos pueden hacer más daño a largo plazo”. por poner un ejemplo.
O incluso dar la razón a la otra persona, porque habíamos visto que por el enfado que tenemos, no aceptaremos dar la razón a otra persona, solo por que pensamos “que se sale con la suya” y eso es como herir nuestra autoestima, y no es así.
La razón es o no es. Indiferentemente quien la tenga, aceptar eso y actuar en consecuencia requiere trabajo, la verdad, pero bueno todo poco a poco.
Bueno, puede haber en el dia 1000 acciones de este tipo donde podemos actuar hacia afuera gestionando nuestras emociones y dando soluciones mejores a las situaciones, desde el trabajo, algo que realice en tu tiempo libre, en acciones diaria habituales, en relaciones entre parejas, amigos, familiares, etc.
Traslada esta mente calmada a cualquier cosa de tu vida
Espero que más o menos se haya estendido todo esto y no solo lo tomemos como algo para parejas o en relaciones, por poner ese ejemplo, sino que lo traslademos donde veamos esta reacción emocional y después tengamos que actuar. Incluso decisiones importantes.
Lo habitual es ahora, que notemos cómo reaccionamos y nos demos cuenta en ese momento o después.
Y si la notamos cuando se está produciendo deberíamos observar y gestionar esa emoción por la que nos estamos dejando llevar y una vez gestionada, una vez la mente más calmada, tomemos la decisión de si ese momento requiere además una respuesta, una acción; o simplemente requería que lo gestiona yo internamente.
Algunos enlaces a otros podcast que os pueden facilitar el saber más sobre aceptar, estos podcast :