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Hoy intentaremos recordar que cuando nos dispersamos no debemos volver a la respiración por hábito, de forma automática y sin revisar antes un par de cosas en nuestra actitud.
A veces puede ocurrir que nos obsesionamos, entre comillas, con volver de forma rápida a la respiración porque es la técnica de meditación o Mindfulness que estamos haciendo.
Otras veces incluso puede que volvamos de forma suave a nuestra atención consciente una vez que nos hemos distraído. Incluso puede ocurrir que gestiones tus pensamientos y emociones y vuelvas de forma suave a la respiración.
Pero ¿cómo volvemos?
¿Con cuál actitud volvemos a atender a la respiración?.
Sí, evidentemente, de forma consciente. Eso lo sabemos, pero entre esa dispersión y ese volver a la respiración puedes que simplemente hayas intentado salir de esa dispersión de forma rápida, porque no la quieres tener y vuelvas a la respiración. O simplemente por hábito o de forma automática vuelves a la respiración por que es lo que corresponde.
Pero, como entiendo, que comenzaste la práctica, cuando uno medita a parte de ser consciente uno debe tener una predisposición a la práctica de una actitud de bienestar, entre comillas, como sentir una sonrisa interior, no se trata de volver a la respiración por volver o por salir rápido de la dispersión.
Uno tiene que volver como con intención de investigarse a sí mismo, con esa sensación, de tener curiosidad, de ser lo que se llama siempre un aprendiz.
En sí la meditación no tiene que tener una cara consciente y seria, o tensa, porque en sí ,se puede tener, y si alimentas en el tiempo que meditas el estar serio, pues estas alimentando esa actitud de no bienestar, durante ese tiempo.
Por eso en la meditación, aparte de ser consciente debemos mantener siempre, y en la medida que se pueda, una actitud de bienestar y de aprendiz frente a ella.
Y aunque al principio de la práctica podamos comenzar a realizarla, cuando empezamos a dispersarse se nos va esa revisión de la actitud cuando volvemos a la respiración despues de habernos dispersado.
Y ya cuando llevamos dos o tres dispersiones ya dejamos esa actitud durante toda la práctica; por eso hoy solo quiero hacer hincapié en recordar que tenemos que revisar nuestra actitud después de habernos distraído.
Ya sea un pensamiento o sensación leve, medio o intenso.
Siempre es bueno revisar nuestra actitud y si no tenemos la adecuada, generarla, hasta donde se pueda, para realizar nuestra práctica con esa actitud el máximo tiempo posible.
Esto puede llevar desde unos segundos o prácticamente nada, es cuestión de práctica, con el tiempo esto se hará de forma automática esa autogeneración de esa actitud.
Es como todo a base de repetición hacemos los procesos mentales que intervienen más rápido.
Por lo tanto hoy solo quería recordar esta circunstancia que a algunas personas le puede ocurrir.
Revisen esa actitud con la que comenzaron la meditación y que quizás cuando pasan unas cuantas dispersiones se puede olvidar tener o generar.