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Hoy explicaremos porque debemos entender la meditación como una herramienta que nos sirve para entrenar la atención consciente plena, y porque sería bueno no quedarnos solo en hacer meditación.
Explico esto que parece obvio porque a veces ocurre que hay personas que empiezan a meditar porque quieren reducir el estrés, la ansiedad, la depresión, su charla interna, conseguir una calma mental que le lleve a un mejor bienestar, etc.
Y si, es bueno meditar, de hecho lo aconsejo practicar para estos fines, pero el meditar debes tomartelo como un entrenamiento donde aprendes a manejar una herramienta, en este caso, donde aprende a manejar la atención consciente plena, en la cual a su vez practicamos el gestionar mejor nuestros pensamientos, sensaciones y estados mentales para que esa meditación termine generando una mayor calma mental o manteniendo más tiempo de forma prolongada tu atención consciente a la respiración.
Pero esto es un entrenamiento donde aprende a manejar una herramienta que sería la atención consciente, y por ende la gestión mental y emocional. Pero está después hay que llevarla a la práctica cuando no estemos meditando, y estemos en el dia a dia.
A veces terminamos aguantando todas las dispersiones mentales, todas las sensaciones y emociones que nos molestan durante todo el dia para cuando llegue la hora de nuestra práctica de meditación o mindfulness ahí trabajarlas o incluso a veces se utiliza solo para tener ese momento de paz mental en ese dia.
Pero realmente, esta herramienta la estamos aprendido a manejar para después tener la capacidad de utilizarla en cualquier momento del dia.
Que vas por la calle y recuerdas algo, ves algo, te pita un coche, estas discutiendo mentalmente contigo mismo; ese es el momento de utilizar la herramienta, es el momento de gestionar ese instante mediante la atención consciente.
Que estas en el trabajo y tienes una reunión, o tienes que verte con tu jefe o con esa persona que no te cae bien, y notas en ti ese malestar interior; ese es el momento de poner la atención consciente en práctica.
Que alguien te acaba de decir algo o hacer algo que te molestas y lo tienes en tu mente, y esa sensación o charla mental interna no para, ese es el momento de aplicarla.
O a veces con cosas simplemente pequeñas pero que al final del día suman, como notar que estas un poco tensa, o estás discutiendo contigo mismo por una tontería, o te tomas cualquier cosa que ocurre de forma un poco desproporcionada, ese es el momento de utilizar esa herramienta que hemos entrenado, la atención consciente y su gestión en tus pensamientos y emociones.
Porque al final todo suma, las pequeñas cosas que te pasan son gotas que pueden ir llenando ese vaso de malestar, y esas pequeñas después y otras cosas que te pase que te generen mayor malestar, terminan consiguiendo que prácticamente todo el dia te sientas mal, con tus momentos de bienestar momentáneos pero el resultado final es estar molesto todo el dia.
Sería importante tener esa intención de aplicar esa herramienta, la atención consciente y entender que la meditación o tus prácticas de mindfulness son la manera de entrenarla para que luego la utilices en los momentos del dia que necesites.
La meditación no es el fin, la meditación es el medio para llegar al fin que es tener un mayor bienestar, una mayor calma mental, estar menos molesto, vamos estar mejor.
Piensa que es como aprender a manejar un martillo, pensar que es un ejemplo y vamos a exagerar las cosas para que se entienda mejor 🙂 , pues aprendes a manejar un martillo, a dar golpes más certeros y correcto para clavar las puntillas a la primera, y no darte golpes en la mano cuando tenga que utilizarlo, ni doblar las puntillas ni partir las paredes.
Pero resulta que cada vez que te encuentras una puntilla le das golpes con las manos, con lo que eso cuesta y duele, le das golpe con lo que encuentras, con una grapadora, con la suela del zapato, y todo eso te lleva a que la puntilla no se clave bien, que se doble, o que te des golpes en todos lados sin conseguir clavar bien esa puntilla.
Aquí la lógica nos diría que sí hemos aprendido a manejar la herramienta, osea, un martillo, cuando veamos una puntilla lo lógico es utilizar ese martillo y las habilidades que hemos adquirido mediante el entrenamiento que hemos realizado antes, pues lo lógico es utilizar el martillo en esos momentos que queramos clavar una puntilla.
Entonces, entendamos la meditación igualmente como una herramienta con la que entrenamos a manejar nuestra atención consciente y por ende la gestión mental y emocional.
Entendamos la como ese martillo, y que esas puntillas para clavar son esos momento del día en que nos moleste algo, cualquier momento que nos haga sacarnos de nuestro bienestar.
Y hay en vez de clavar la puntilla con el martillo como corresponde, lo que haríamos es utilizar la atención consciente plena para gestionar esos pensamientos, sensaciones o emociones que nos genera una situación para así conseguir reducirla o eliminarla.
Y no simplemente dejarnos llevar por esos momento y reaccionar de una manera rutinaria o subconsciente que termina generandonos mayor malestar.