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Hoy hablaremos porque es bueno y qué beneficios nos da tener en cualquier momento del día unos instantes de consciencia, de atención consciente plena.
Como sabemos trabajamos mucho con las rutinas mentales para realizar cualquier tipo de acción, desde hacer tareas de tu trabajo, a la hora que comemos, los pasos que seguimos antes de poner en marcha el coche, hasta la forma de decir las cosas, reaccionar o responder frente a alguien o algo.
Y en cierta manera las rutinas son buenas, porque así nuestra mente no consume mucha energía constantemente para hacer un trabajo que ya sabemos como se hace.
Ya que cualquier cosa fuera de una rutina osea algo diferente que vayas a realizar requiere cierta voluntad, y esa voluntad en términos mentales quiere decir nuevas conexiones neuronales, por lo tanto un gasto de energía extra.
Y al final no nos gusta o nos cuesta romper una rutina mental tanto sea de acciones exteriores como procesos mentales interiores, encadenando un pensamiento detrás de otro, que al final nos puede terminar generando sentimientos, emociones que no nos son saludable.
Aquí en estos momento es donde más útil nos resulta el realizar un momento de consciencia. Aunque estos instantes se puede aplicar en cualquier momento, pero aqui te daras más cuentas de sus beneficios, también requiere ese poco de volunta más para realizarlo como hemos comentado para cambiar esa rutina. Pero igualmente cuanto más momentos de consciencia práctica cada vez cuesta menos aplicarlo, ya que se proceso se termina convirtiendo en una rutina mental.
Qué beneficios obtenemos con ese momento de consciencia.
Cuando aplicamos la atención consciente plena en ese momento lo que hacemos es romper esa rueda de pensamientos encadenados, o prefijado y ordenado de una manera que ya lo haces de forma automática, lo que llamamos rutina.
Lo que suele pasar mucho en nuestra mente es que empezamos con un pensamiento de cualquier tipo, y despues nos viene otro que a veces tiene relación o surgió de manera imprevista en tu mente, y eso te genera otro y después otro.
Y si esos pensamientos además llevan una carga emocional, pues generar incluso un estado de ánimo emocionalmente negativo, donde todo empezó con un pensamiento.
La mejor manera de romper ese run run mental, ese encadenamiento de pensamiento y alimentación de esas sensaciones o emociones, es aplicar un estado de consciencia, un momento de consciencia. Aunque sea para pausar un instante, y ser consciente de que estas aqui y te esta pasando esto o lo otro.
No sólo en ese instante estamos aplicando un momento de consciencia si no que paramos la retroalimentación que en ese momento estaba teniendo sobre algo, simples pensamientos que te distrae, pensamientos con algún sentimiento, alguna emoción o generando o alimentando un estado de ánimo.
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Pongamos un ejemplo:
Imaginate que te molestas algo, y empiezas a alimentar mentalmente esa cosas que te ha molestado con tu charla mental diciendo “bla,bla,bla” y esa charla mental a su vez está alimentando ese molestar, con lo que la sensación de malestar la prolongas en tu mente y además incluso puede aumentar porque tu mente ya buscas cosas en relación a esa sensación de malestar.
Entonces cómo sigues molesto, puede incluso que aún más, sigue tu charla interna, excusando, criticando, dándote “razones” entre comillas, para reforzar esa sensación de malestar, por lo que sigues igual o mas molesto.
Por lo tanto, lo que tenemos es que la charla mental alimenta la sensación de malestar y la sensación de malestar alimenta tu charla mental. Una rueda que se retroalimenta sola.
La forma de salir ahí, es aplicar ese momento de consciencia. y según en qué momento estemos deberíamos aplicar un tiempo mayor de o menor de consciencia.
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Con ese momento de consciencia lo que hacemos es romper ese ciclo, esa retroalimentación. En ese momento parará tu alimentación mental, que alimenta tu sensación de malestar. Aunque aún tu mente inquieta la notes con ganas de querer una charla interna y tu sensación corporal aún la notes. En ese momento de conciencia sería ideal gestionar ambas.
Entonces lo que ha ocurrido es que has parado la rueda, has parado de pedalear en la bicicleta que hace que gire esta rueda. Y en la mente aun estara esa sensación de querer continuar con lo ese estado mental de malestar como la bicicleta que aunque pares de pedalear continua la rueda rodando hasta que termine por parar porque ya no hay fuerza o pedaleo que haga que ruede.
Por es bueno poner un momento de consciencia o un poco más hasta el tiempo que necesites para mantener esa quietud mental, osea, dejar de pedalear para que la rueda pare por sí sola, osea que cuando salgas de estar consciente haya parado esos pensamientos o esa inquietud o ganas por seguir con ellos.
Aunque no consigas pararla del todo siempre es bueno ese momento de consciencia porque ayudamos a parar ese ciclo, a interrumpir ese ciclo mental o emocional.
Podríamos decir que no vamos esperar solucionarlo todo con un momento de consciencia, pero sí ayudaremos a romper o interrumpir ese encadenamiento de pensamiento y sensaciones, para que ellos no termine dominando tu mente.
Además cuanto más momento de consciencia más probabilidades tenemos de conseguir un estado de bienestar. Un momento de consciencia aquí, otro allí, un ejercicio mindfulness, una meditación, una intención de estar más atento, etc.
Poco a poco, gota a gota se va llenando el vaso, por lo que paso a paso y con constancia se va obtienen los resultados.