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Hoy hablaremos que en un instante podemos percibir una infinidad de cosa. A parte, comentaremos donde seria bueno posar nuestra atención consciente en ese momento.
Nose si 1 millón es un poco exagerado pero siendo muy tiquismiqui, quien sabe si incluso podríamos tener la opción de observar hasta un millón de posibilidades donde poner nuestra atención consciente.
Siempre escucharas este tipo de práctica, la frase “atención al momento presente”, pero ese presente, ese segundo del presente, por ponerle una cantidad de tiempo, ese tiene infinidad de posibilidades donde posar nuestra atención y habrá que elegir en algunos casos el que más “cómodo” nos resulte, o el que en cierta manera nos convenga observar.
Pero explicare un poco esto que digo “un millón de instante”. Pondré un ejemplo:
Imagínate que estás sentado en el campo, en el autobús o metro de una ciudad, en la playa, etc. En ese momento puedes utilizar los ojos para visualizar aquello donde quieres prestar atención, imaginate observar el paisaje, todo el paisaje en sí, o un objeto del paisaje: un árbol, una casa, las olas en la playa.
O imagínate aún más preciso, observar conscientemente un detalle de ese objeto, la rama de un árbol, la puerta de una casa, la espuma de la ola al romper en la arena; incluso llegar a observar, aún algo más detallado, el pomo de la puerta, una hoja de la rama de árbol, etc. Fijate si hay posibilidades infinitas donde observar, después incluso, podemos atender a que siente tu cuerpo cuando observa ese detalle del paisaje.
A esto me refiero que en ese momento existe un millón de instante, según en donde quieras poner tu atención, y solo hablamos de lo visual, podíamos hablar ser plenamente consciente pero utilizando los demás sentidos, oír el ruido de los coches, la gente hablando, las olas al romper en la playa, los pájaros, etc etc.
Aun así tendríamos los demás sentido, el tacto, el gusto, y el olfato; por no hablar de las sensaciones interna o los pensamientos que surgen en ese instante.
Total, quizás exagerando un poco o no, tienes ahí un millón de posibilidades. Y en todas estaríamos practicando la atención consciente plena.
Y evidentemente como se deduce, no podemos estar plenamente atento y consciente al presente, sino a una parte de él, o incluso decir, a una pequeña parte de él, osea a un solo momento de todos esos instante. Todo esto, claro está, hablando siempre de la práctica de la atención consciente plena, la atención normal observa mucha más información para evaluar el ambiente donde estamos y actuar en consecuencia si procede.
Pero bueno, aquí hablamos de que queramos práctica la atención consciente, un ejercicio de mindfulness o una meditación.
Elige el que te resulte más cómodo
Y ahora diréis, “Vale, Pedro, y todo esto de “1 millón de instante” porque lo comentas”.
Con esto me quiero referir a que cuando vayáis a practicar la atención consciente en el dia a dia. Lo ideal es utilizarlo con un objetivo en mente, con cierta utilidad, con cierto propósito.
Con esto quiero decir, que de todas las posibilidades que haya, si simplemente es una práctica normal de atención consciente, elijáis entre todas esas las que veais que seréis más capaces de llevar vuestra atención sin dispersarse, y una vez que vayáis practicando avanzamos un poco, hacia las mas menos fáciles.
Osea, no es lo mismo observa la sensación que te produce una música que te gusta, que observar una hoja en la rama de un árbol que apenas se mueve. Escoge en un principio la que más cómodo te resulte de hacer y después ve avanzando.
Recuerda que siempre estarás practicando la atención consciente e irás mejorando en ella a cada práctica y como ya sabemos cualquier aprendizaje, se hace paso a paso, es un camino en progresión, por lo tanto empecemos donde nos sintamos cómodos y después avancemos.
Y como he comentado tienes un millón de posibilidades donde posar la atención consciente plena, así que hay opciones para todos.
La utilidad de saber elegir el momento presente.
Otra de las cosas importante por la que digo y donde quería llegar, en cierta manera, con todo esto, es la utilidad de elegir en donde queremos posar nuestra atención consciente.
Con esto me refiero que si estas en un estado que te provoca sensaciones, emociones, un estado anímico fuera de tu bienestar, lo ideal, es escoger posar la atención en esa reacción de tu cuerpo y gestionarla mediante la atención consciente plena.
Y no tratar de elegir en ese momento el observar la hoja de la rama del árbol o un sonido externo para evadir la atención de esa mala sensación que tienes.
Porque aunque lo llamemos “atención consciente plena” lo que se hace en ella es gestionar emociones, pensamientos, sensaciones, y eso es lo que te lleva a mantener una continua atención en algo un mayor tiempo, de forma relajada, atenta pero consciente.
Por eso aquí digo lo de la utilidad. Si eliges observar la hoja del árbol, “vale”, puedes evadirte en cierta manera de no sentir esa sensación o tener esos pensamientos, pero todo eso que sientes seguirán estando ahí cuando dejes el ejercicio, sino de forma consciente estará inconscientemente, pero no se habrá ido.
Si es lo que corresponde en ese momento, lo ideal es darle una utilidad cuando hagas estas practica, osea, gestionar esos pensamientos y emociones, para mejorar tu bienestar, por eso lo interesante aquí es gestionarlos y después de que se reduzca ya puedes volver tu atención a donde precises.
No abarques más de lo que podamos gestionar.
También hay que evaluar un poco hasta que punto podemos observar esas sensaciones, si es algo muy extremo que puede con nosotros con mucha facilidad, podemos optar por ir cambiando a cada momento, el punto de atención consciente plena entre la sensación y otro punto que elijamos donde poner nuestra atención. Para que no nos lleve ese malestar por el camino que que esa sensación elija.
O quizás al principio puedes trasladar tu atención a otro objeto, por ejemplo el ruido que haya en ese momento ahí, y cuando observes que esa sensación disminuya vuelvas tu atención a ella para gestionarla.
Gestionar nuestras sensaciones, pensamientos, emociones o estados de ánimos, es lo ideal porque es la única forma de que puedan irse suavizando, disminuyendo o eliminando lo que nos resulta molesto o negativo; pero tampoco nos metamos en la boca del lobo sin experiencia.
Como siempre digo, paso a paso, todo esto no se hace de un dia para otro, pero si se obtiene resultado con su práctica constante.