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Hoy quiero hacer hincapié en que está muy bien hacer meditación, mindfulness o atención consciente plena, incluso cualquier otra terapias que hagas.
Pero lo primero que uno debe de hacer es acomodar la práctica a tu vida, y no adaptar tu vida a la práctica.
Que quiero decir con esto, que aunque sean innumerables los beneficios que tiene esta práctica, uno no se debe obsesionar con ella.
Incluso si resulta que es la práctica ideal porque es algo que te han recomendado o has visto que se adapta exactamente a lo que tienes. Uno no debe obsesionarte y empezar a práctica de manera desmedida y dejando de lados otras cosas.
Con lo que uno no debe cambiar ciertas necesidades básicas o no tan básicas para meditar.
Con esto me refiero que si tienes sueño, duerme. Y después medita, y si ves que ya es por la noche y aun no has meditado y tienes un terrible sueño, duérmete, no te sientas más por no meditar tu cuerpo te está pidiendo descansar, en ese momento sólo lucharías contra el sueño, no estarás meditando. Es más para tener una mente más óptima una de las primeras cosas más importantes es el descanso, el dormir bien.
Y aunque no lo creas ciertos comportamientos o intensidad en la forma de actuar se puede corresponder a que tu mente no descansa bien, y por lo tanto lo que en un estado normal no te molestaba, ahora lo mismo te molesta. Normalmente la falta de sueño tiende a favorecer estados negativos.
Bueno.. otra de las cosas es que no utilices la práctica como excusa para evadirte de tu vida. Primero esta tu vida, y después realizar tus meditaciones o ejercicio de mindfulness. Estos ejercicios se tienen que adaptar a tu vida. No forzar y meditar bastante para no enfrentarte a ella.
Como es normal las cosas en tu vida tienen preferencias. La práctica puede tener la categoría de importante como otras muchas que estarán en esta etiqueta, pero existen también las cosas urgentes, las cosas básicas, que han de estar por delante de estos ejercicios.
Porque tampoco creo que las 24 horas están llena solo de cosas básicas y urgentes, sino habría que hacer una reflexión consciente primero para ver cómo uno está organizando su vida, y después volver dar a cada cosa la importancia que tiene.
Si notas que un dia por cualquier razón ves que al paso que vas no te va a dar tiempo meditar. No hagas las cosas a la prisa, no tengas esa ansiedad de querer dejar de hacer cosas que tienes que hacer ese día por tal de no saltarte una meditación.
Al fin y al cabo en la práctica de la atención consciente lo que se trata es de que no generes ese tipo de ansiedades y así, que si ocurriera una buena práctica sería ser consciente de que eso me esta sucediendo, y ya aprovechas para hacer un ejercicio mindfulness :).
No generemos justamente algo contrario a lo que queremos practicar. Tener ansia por terminar algo porque quiero meditar o hacer un ejercicio de mindfulness no es lo ideal
Tampoco sería bueno dejar ese momento en el que estás disfrutando con los tuyos, por tal de un “tengo que irme a meditar”. La vida está llena de momentos y todo suman para tu bienestar o no. Y disfrutar con los tuyos es un aporte básico para ese bienestar.
Además siempre puedes adaptar la meditación a otro horario. Y claro que es bueno mantener una cierta disciplina. Pero que sea una disciplina flexible. Si la convierto solo en férrea disciplina al final se convierte en algo obligado, alqo que si no hacemos nos sentimos mal.
Y justamente es lo que no va con la actitud que nos enseña esta práctica. No se trata ahora de apegarse a la práctica de la atención consciente, meditación o mindfulness. Porque eso puede transformarse al final en un apego a esa acción y resultar que cuando no lo hagas te sientas mal. Y ese no es fin.
Así que si algún día ves que no te da tiempo realizarla, siempre puedes hacer una práctica consciente de aquello que estés realizando en ese momento. O buscar un mínimo tiempo en ese dia para ser consciente de 1 respiración o durante 1 minuto o 5 minuto.
Siempre es bueno tener en mente que la práctica es importante pero no tanto que te quite de cosas que realmente debes de hacer, ni utilizarla como excusas para dejar de hacer otras cosas que no te gustan hacer. El 1 con el 1 y el 2 con el 2; osea, cada cosa en su momento.