| iTunes | iVoox
Pedro, después de todo lo que hablas de la meditación, el mindfulness o la atención consciente, me dices que no espere nada especial, entonces ¿para qué sirve esto?
Está claro, que nos vamos a poner a meditar porque tenemos un objetivo en mente, ya sea que queremos mejorar ciertos aspecto de nuestra vida, de nuestra salud, de nuestra actitud, o queremos que la mente esté más calmada, o deseamos que no estemos continuamente castigandonos a nosotros mismo con esa discusión interna que tenemo, etc.
Está claro también que puede haber miles de propósitos para ponerte a realizar este tipo de ejercicio. Pero cuando te pongas a meditar, no tengas en tu mente que estás haciendo esto para algo, o no crearse una sensación especial mientras meditas, porque crees que esto te va a servir para conseguir algo y sientes que lo vas a conseguir y estas con esa sensación mientras haces la práctica.
Todas estos pensamientos y sensaciones son muy muy buenas, pero para la motivación a la hora de querer ponernos a realizar esta práctica y mantenerla en el tiempo de forma continuada.
Pero yo aconsejaría no mantenerla dentro de la práctica en sí de la meditación.
La práctica es la práctica, en ella debemos esmerarnos en la consciencia de la respiración o en la consciencia de notar nuestras dispersiones mentales. No sería bueno tener la mente también en lo que esperamos de ella y que esa expectativa nos haga sentirnos bien.
Porque al fin y al cabo perdemos el hilo de la práctica que es la atención consciente a aquello que practicamos, ya lo practiques para una meditación corta o larga, o un ejercicio de mindfulness.
Por lo tanto si a alguien le ocurriera eso, intentar realizar una relajación mental o corporal frente a esa sensación o pensamientos que te trae esa expectativa que tienes en tu mente. Y si eso se te producen en plena meditación ha de tratarse como una dispersión, una distracción, y debemos actuar frente a ella como ya hemos repetido muchas veces.
Por lo tanto la práctica es simple, observar lo que sucede en ti mientras haces el ejercicio, incluso no es buena ni mala una práctica con muchas ni pocas distracciones, lo importante es no irnos mentalmente a otro lado y ser consciente de todo lo que sucede mientras mantenemos la atención en la respiración. E incluso aunque pierdas muchas veces el ser consciente, recuerda que esto es práctica, no valores tu práctica simplemente práctica.
Es importante tener cuidado con esas sensación que se nos produce cuando pensamos en las expectativas que te da escuchar los beneficios de esta práctica.
Porque alguna vez ha resultado que al no ver resultado rápido, esa sensación que la persona creía que tenía porque creía que esta práctica funcionaba era más la sensación que se provocaste inconscientemente; y al ver que las cosas no salen en el tiempo que esa persona quiere puede venir una recaída mayor de aquello que tienes. una desmotivación para seguir mejorando o una falsa sensación de que esta práctica no funciona.
Por lo que me gustaría que no cayerais vosotros en eso. Esta práctica funciona, como funciona hacer deporte para nuestro cuerpo. Es algo ya demostrado y sin duda alguna. Pero funciona con la constancia y el esfuerzo de ponerse de forma continuada en el tiempo y aunque parezca simple lo que hay que hacer a veces, resulta difícil mantenerlo aunque al final esa constancia da sus resultados.
Así, que os animo que cuando os pongais a practicar simplemente practiqueis, sin perspectiva, sin prejuicios a lo que venga, sin crearnos una sensación especial, solo y simplemente ponerse a averiguar e investigar lo que sucede, poniéndole consciencia a cada cosa que suceda.